Los hechos sucedieron el día 22 cuando varios agentes observaron a un vehículo circulando por la calle Alfonso XII con la placa trasera defectuosa y totalmente ilegible, por lo que le dieron el alto e identificaron al conductor, según ha informado la Policía en un comunicado.
Durante la identificación, los agentes comprobaron que en el maletero del vehículo había una placa en perfecto estado y una maleta, y al pedirle al sujeto que les mostrase el contenido, este adoptó "una actitud nerviosa y evasiva" y se negó a abrir la misma.
Finalmente, descubrieron que en su interior había una caja con 16 botes de Trankimazín y 24 cajas de Rivotril, conteniendo cada caja 180 pastillas, es decir, un total de 4.400 comprimidos, que son unas pastillas prohibidas para su reventa posterior, ya que están "muy restringidas", y que, según han aclarado a Europa Press fuentes de la investigación, las farmacias no recetan en número "tan elevado".
Por ello, los agentes lo han detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública, y posteriormente, comprobaron que le consta una resolución de expulsión dictada por la Subdelegación del Gobierno en Sevilla con una prohibición de entrada por cinco años, pendiente de ejecutar.
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