Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los policías que un ciudadano había observado a través de una página de artículos de segunda mano en internet una caravana por la que estaba interesado, y que el valor de la venta estaba muy por debajo del de mercado.
Tras las pesquisas, los agentes averiguaron que el número de bastidor de la caravana anunciada coincidía con el de una que figuraba sustraída en Francia, con un señalamiento vigente, con lo que se estableció un dispositivo por una zona residencial de Paterna para su localización.
Los policías localizaron la caravana en el interior de una parcela y comprobaron que era el mismo modelo, marca y color que la sustraída en el suelo galo, así como las fotos del anuncio correspondían con la casa. Uno de los inquilinos coincidía con el vendedor de la caravana.
Finalmente, este joven fue detenido como presunto autor de un delito de receptación. El arrestado, de origen español y sin antecedentes policiales, fue puesto en libertad tras prestar declaración y ser advertido de la obligación de comparecer cuando sea requerido.
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