Además de estos actos vandálicos, la torre es "punto de reunión habitual de pandillas, lo que disuade la visita de salmantinos y turistas a este lugar", según la asociación en defensa del patrimonio.

A este ataque contra el patrimonio se suman otros como "quemaduras de mecheros a los canecillos de madera procedentes de la iglesia y musealizados; maltrato y desplazamiento de los sillares, colocados en el aula didáctica; orina, en la cripta y en el interior de la torre, y más pintadas, en el piso inferior del aula didáctica", ha apuntado la asociación.

Por estos motivos, 'Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio' ha pedido que el enclave sea cerrado a fin de evitar más daños "hasta que se pueda garantizar su total protección ante el vandalismo y otros agentes externos".