El Ministerio Fiscal sostiene en nota de prensa que el acusado, entre el 27 de marzo y el 6 de julio de 2014, se comunicó telefónicamente en 3.286 ocasiones con la víctima, conocida suya con la que, hasta entonces, no había tenido conflicto ni problema alguno, con el propósito de denigrarla, inquietarla e impedir que llevara una vida tranquila y sosegada.
Las llamadas las hacía a su móvil, a su teléfono fijo o al número de la tienda que regentaba la mujer en Oviedo. Cuando llamaba y advertía que la víctima descolgaba, esperaba en silencio unos segundos, tras lo cual colgaba sin decir nada. Los mensajes de texto que le remitió, al menos en 31 ocasiones, contenían expresiones insultantes, despectivas y soeces. Con los mensajes remitió asimismo 50 fotografías de contenido obsceno con explícitas escenas de contenido sexual y con ocasionales alusiones a ella. En los mensajes él se autodenominaba "Acosador".
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