El túnel de Bielsa, uno de los tres pasos fronterizos con Francia situados en el Pirineo aragonés, se reabrió ayer al tráfico después de permanecer dos meses cerrado por obras en la parte francesa. La apertura del túnel se ha producido dos días antes de lo anunciado desde el departamento francés de Altos Pirineos, durante un acto institucional al que asistieron representantes políticos e institucionales de Aragón y Francia.

Las obras acometidas en la parte francesa del túnel para subsanar los problemas originados por las filtraciones de agua en el techo de esta infraestructura, que han exigido una inversión de 600.000 euros por parte de la Administración gala, motivaron el cierre del paso el pasado 10 de septiembre.

Durante el periodo de cierre del túnel, el Gobierno ha continuado con la ejecución de las obras de mejora de la seguridad en el túnel y en la carretera de acceso, la A-138, presupuestadas en más de 5 millones de euros.

Los trabajos realizados en la parte española consisten en la construcción de escolleras, así como en la instalación de mallas de contención de piedras, habilitación de áreas de descanso y de estructuras antialudes en las vertientes ascendentes de las laderas que se elevan desde la calzada y corrección del firme.

Los cierres periódicos de este paso a instancias de las autoridades francesas y el establecimiento de franjas horarias durante el invierno para regular el tráfico motivan desde hace años las quejas de los empresarios de la zona española y de los transportistas por las afecciones causadas.

Según los industriales de la zona, en su mayor parte del sector servicios, los continuos cierres que se suelen producir en la temporada invernal a causa de falta de iniciativas para minimizar los efectos de los aludes que se producen en la parte francesa, les originan pérdidas al bloquear el paso de turistas a su zona.

Para los transportistas que focalizan su actividad desde la parte oriental de la provincia de Huesca, los cierres de este paso les obligan en numerosas ocasiones a alargar sus rutas hacia otros pasos y, por tanto, a aumentar los costes previstos. Para mejorar la operatividad del túnel de Bielsa, las administraciones aragonesa y francesa proyectan crear un consorcio para la gestión compartida del paso.

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