Adiós a ver la televisión en familia: aumenta el consumo en solitario, en diferido y a la carta

  • Ahora el espectador puede decidir qué ve, cuándo lo ve y en qué plataforma, algo que ha reducido el consumo de televisión en grupo.
  • Los espectadores ya no comentan lo que ven con su círculo de allegados y lo hacen con la comunidad global, en tiempo real.
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Una familia sentada frente al televisor.
Una familia sentada frente al televisor.
ELENA BUENAVISTA
Una familia sentada frente al televisor.

"Y hoy, ¿qué ponen en la tele?". Una pregunta que cada vez nos hacemos menos. Y no porque se vea menos la televisión, sino porque ver la tele ha pasado de ser algo que se hace en un lugar y horas concretas, en un único aparato, a acompañar a los espectadores allá donde van.

El televidente de 2017 elige qué, cuándo, cómo y dónde, y ya no está sujeto a las parrillas de las cadenas ni al teletexto. Cambia el soporte y la manera de verla: cada vez más a demanda, más a la carta, más en diferido y menos en familia.

Nuestro consumo de televisión es fundamentalmente individualizado. Según datos de Kantar Media, el 47,9% del consumo de televisión en 2016 fue en solitario (frente al 38% del año 2000), mientras un 37,7% lo hizo en pareja y un 14,4% consumió televisión en grupo.

De hecho, el consumo colectivo es el que más sufre en este período, cayendo desde un 25,2 % del año 2000. Este descenso se produce sobre todo por la individualización del consumo por la creciente oferta en cuanto al número de canales. Es un reflejo claro de la fragmentación televisiva y de la pérdida del concepto de ver la televisión en familia, tan propio de hace décadas.

Las plataformas de descargas han sido la palanca de cambio de una nueva forma de distribución que ahora es casi obligatoria para cualquiera que quiera tener un mínimo de competitividad en el sector.

Los estrenos en menos de 24 horas de la emisión original de las series en su país de origen, la puesta a disposición de temporadas completas y la llegada de series de países que tradicionalmente no tenían una entrada tan fácil son ventajas para un espectador que antes estaba a expensas de los cuatro o cinco responsables de programación. Ahora, los espectadores tienen el poder de decidir e influir. Por fin, el usuario se adueña del mando a distancia.

Tú eliges lo que quieres ver en cada momento

Una de las novedades respecto a una década es Netflix, más de 1.500 dispositivos entre televisores, reproductores, ordenadores y móviles. Además, tiene un catálogo propio y un sistema de recomendaciones que responde a los gustos de cada usuario.

Lo explica Yann Lafargue, de Netflix, para quien "el usuario es quien debe tener el derecho a elegir y tener la libertad de ver sus contenidos preferidos solo, en pareja, en familia, algo que lo enriquece".

Una proactividad del usuario que también alaba la crítica televisiva Susana Alosete, fundadora de chicadelatele.com. "Hacer un ejercicio de pensar qué queremos ver y buscarlo directamente exige un trabajo de información previa nada desdeñable", dice.

Con la posibilidad de elegir, ha cambiado la forma social de ver televisión. Hace quince años ya teníamos varias cadenas en casa, pero todavía reinaba un consumo común de los mismos contenidos que hacía posible comentar los programas de televisión dentro de una misma familia y, al día siguiente, con los compañeros de clase o del trabajo.

Sin embargo, en 2017, esa forma de comentar se ha hecho global y podemos saber qué piensan otros espectadores de aquello que vemos independientemente de que sean de nuestro círculo cercano o completos desconocidos.

Sin olvidar que ahora vemos la televisión con el móvil en la mano, para comentar en las redes sociales lo que nos encanta o desagrada. Y, con ello, hemos perdido el concepto de ‘en familia’.

Para la periodista Mariola Cubells, con la posibilidad de elegir qué vemos se ha perdido un poco el concepto de ver la televisión con los familiares. Una visión que comparte Alosete, quien añade que lo que ha cambiado además es precisamente el concepto de familia: ahora "no hace falta que compartamos sangre ni ciudad de residencia", solo afición por unos contenidos.

Según el psicólogo Sergio García, la oferta selecta y selectiva "a la vez te aleja de tu gente y te pone en relación con otros grupos".

"Vemos la televisión con una segunda pantalla en la mano"

"Ha cambiado muchísimo", afirma Hortensia Fuentes sobre el consumo de televisión en su casa. Mientras que hace unas décadas la tele era el centro indiscutible de atención, actualmente tiene que competir con los nuevos aparatos tecnológicos.

"La forma más habitual en la que vemos la televisión en familia es con alguna pantalla en la mano, la más usual el móvil, sobre todo mis hijas; una tableta e incluso el ordenador", afirma Fuentes, madre de dos adolescentes. La tecnología facilita que la atención del espectador se divida. "Decides cuándo lo ves y qué tipo de atención le prestas –explica–. Y puedo poner hacia delante o hacia atrás el programa que estoy viendo".

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