Este curso se enmarca en el nuevo Servicio de Apoyo Psicológico en Crisis para Hijas e Hijos de Mujeres Víctimas Mortales de Violencia de Género recientemente puesto en marcha por este organismo de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales, según ha informado la Junta en una nota de prensa.

La coordinadora provincial del IAM, Eva Salazar, ha asistido este martes a la jornada, que ha contado con medio centenar de asistentes, entre personal técnico e integrantes de las fuerzas de seguridad.

Bajo el nombre de 'Primeros Auxilios Psicológicos y Comunicación de Malas Noticias en Violencia de Género: Las Niñas y Niños Víctimas de Violencia de Género en una Situación de Crisis y Emergencia', la actividad se está llevando a cabo en todas las provincias andaluzas. La de Huelva es la cuarta edición tras las celebradas en Málaga, Cádiz y Córdoba. La última tendrá lugar el próximo 16 de mayo en Sevilla.

Entre los objetivos propuestos se encuentran favorecer un adecuado contacto y acompañamiento inicial a los hijos de mujeres víctimas mortales; dotar al personal técnico de habilidades y herramientas para la comunicación de malas noticias, y establecer cauces de coordinación y trabajo multidisciplinar entre profesionales del campo de la emergencia psicológica, el Instituto Andaluz de la Mujer y las administraciones locales.

APOYO PSICOLÓGICO

El nuevo Servicio de Apoyo Psicológico en Crisis para Hijas e Hijos de Mujeres Víctimas Mortales de Violencia de Género es una iniciativa "pionera" en España impulsada por el IAM, que tiene como finalidad ofrecer de manera gratuita e inmediata atención psicológica de urgencia a menores y familiares que se enfrentan a un hecho tan traumático como el asesinato de una madre a manos del padre agresor.

El programa, operativo las 24 horas durante los 365 días del año, supone la ampliación de los recursos de la Junta para la protección de las personas menores de edad expuestas a la violencia de género en Andalucía, la primera comunidad autónoma en considerar a los hijos de mujeres maltratadas como víctimas directas de la violencia machista, para quienes desde 2009 ya se dispone de un servicio de atención psicológica.

La nueva prestación, que se activa en la localidad donde sucedan los hechos, tiene dos líneas de actuación: una directa con los menores, y otra indirecta con las familias y el entorno, que abarca desde la comunidad educativa y los centros de salud hasta las fuerzas de seguridad, los medios de comunicación locales o el movimiento asociativo.

En la atención inmediata al menor y a la familia se trabaja para disminuir el riesgo personal asociado al trauma, favorecer la contención emocional, activar los recursos personales de afrontamiento, recobrar el equilibrio emocional, prevenir el duelo patológico, potenciar la resiliencia familiar y asesorar en caso necesario.

Con la comunidad educativa se pone el acento en facilitar la recuperación de la normalidad cotidiana y en ofrecer pautas para realizar una acogida adecuada del menor. Asimismo, se oferta formación a profesionales de otros ámbitos que puedan atenderles en un futuro para saber orientar cualquier tipo de intervención.