Según han explicado, estos trabajos han sido posibles gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Selva, el Departamento Territorio e Infraestructuras y el Departamento de Medio Ambiente del Consell.
Los trabajos para recuperar este tramo del GR-222 comenzaron hace cerca de dos meses con tareas forestales para limpieza de vegetación que cubría el camino. Posteriormente, los margers han trabajado para facilitar el paso y recuperar el encanto de este camino público.
Cuando acaben estas obras, se instalarán barreras de seguridad y se señalizará el camino. Está previsto que el tramo Inca-Caimari quede completamente abierto antes del verano.
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