Una ciudad para todos, en los que las personas con movilidad reducida se desplacen a sus anchas. Este es el objetivo, de aquí a unos años, del Ayuntamiento de Santander y el Comité Español de Representantes de Minusválidos (Cermi), que ayer firmaron un convenio de colaboración con el fin de «mejorar la relación» entre ambas instituciones y mejorar la accesibilidad de la ciudad, informa El Diario Montañés .

Eliminación de bordillos, ordenanzas que obliguen a cumplir lo establecido, semáforos acústicos, 'observadores urbanos'... Toda una batería de medias y actuaciones a través de este convenio (el primero que se firma con este contenido, apuntó el alcalde), coordinadas por el concejal de Autonomía Personal y de comunicación.

El presidente del Cermi, Alfonso Tazón, destacó la necesidad de «hacer efectivos los derechos de este colectivo», ya que aún queda «un gran trecho para que sean efectivos». El Cermi se comprometió a elaborar informes sobre cómo y dónde se deben de eliminar barreras arquitectónicas, así como a realizar un seguimiento de las obras para comprobar que se desarrollan conformes a las normas de accesibilidad.

También entregarán informes en los que trasmitirán las necesidades de las personas con discapacidad y colaborarán en el diseño de la nueva página web del Consistorio. Por su parte, el Ayuntamiento se encargará de vigilar que, efectivamente, todas las obras con licencia municipal se desarrollen de acuerdo con la accesibilidad.

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