En este sentido, hay que señalar que "los bajos precios mantenidos los últimos tres años podían calificarse de atípicos, por la incidencia en ellos de la cotización del petróleo".

Una vez normalizado este factor, la evolución interanual "irá reflejando mejor otros aspectos coyunturales como la mejora del mercado laboral y su repercusión en el dinamismo del consumo".

A esta previsión se suma el hecho de que la inflación subyacente, que no refleja los alimentos no elaborados ni los productos energéticos, "se sitúe en el 0,9 por ciento en la Región, lo que indica su amplio margen de convergencia con la tasa del índice general".