En una nota, la Policía ha indicado que el hecho ocurrió a finales del pasado mes de febrero cuando se alertó de que, al parecer, una persona había entrado a un establecimiento comercial dejando su terminal de telefonía móvil en lo alto del mostrador al realizar la compra y al ir a recogerlo no se encontraba en el lugar donde lo dejó.
Por ello, el propietario del teléfono activó un dispositivo de seguridad de localización, a través de la señal de GPS, que tenía instalado en el terminal, indicando a los agentes actuantes donde se encontraba en todo momento el móvil sustraído.
Así, los policías localizaron y detuvieron al presunto autor de los hechos momentos más tarde, recuperando y haciendo entrega del móvil de alta gama a su legitimo propietario.
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