Así lo ha señalado este miércoles la presidenta de la patronal vallisoletana, que ha mostrado su coincidencia con el comunicado hecho público por la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid, que consideraba irrenunciable el proyecto de soterramiento.

De Miguel ha apostado por "esperar", "no precipitarse" y que el Ayuntamiento y la sociedad vallisoletana reflexionen "con tiempo", pues considera que "no se puede desterrar el soterramiento sin tener una alternativa razonable".

La representante de la patronal ha subrayado que la CVE defenderá el soterramiento pues cree que "lo defienden casi todos los vallisoletanos" que considera que quieren "afrontar el proyecto ahora o en el momento en que sea viable", o bien plantear una alternativa que, aunque no sea el Plan Rogers, tenga viabilidad.

De hecho, la presidenta de la CVE ha hablado incluso de plantear un proyecto "para los próximos 100 años" que "garantice el futuro", por lo que considera que se debe buscar una solución "de forma meditada, pensada y consensuada".

Así, ha valorado la propuesta de soterramiento parcial planteada por Adif como una de las dos opciones alternativas y que se desechó en la reunión de la Junta General de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad el pasado 16 de febrero. "En esos puntos medios está la virtud. Solucionaría parte del problema de división que existe entre las dos zonas de Valladolid sin el coste excesivo del Plan Rogers", ha señalado.

En todo caso, ha recalcado que si en la actualidad no se puede asumir un soterramiento, la propuesta de la CVE es "esperar" y, "desde luego" que "no se acometan obras que luego impidan el desarrollo del soterramiento en un futuro", algo que entiende que es lo que ocurriría si se aborda la integración integral que han acordado los socios de la SVAV.

De Miguel ha apuntado que antes de la fecha del 1 de abril, marcada por los socios de Alta Velocidad para definir el proyecto de integración en superficie, debería haber un período de trabajo en el que participe "toda la ciudad", que se escuche "a todo el mundo", con ideas y alternativas, ya que se trata de un proyecto que afecta "al futuro de Valladolid" y que se debe hacer "con el consenso de todos".