El ladrón del camión gastó unos 20.000 euros en sexo, drogas y alcohol

Josep Lluís Trapero, Jordi Jané, Albert Batlle y Joan Carles Molinero.
Josep Lluís Trapero, Jordi Jané, Albert Batlle y Joan Carles Molinero.
EUROPA PRESS
Josep Lluís Trapero, Jordi Jané, Albert Batlle y Joan Carles Molinero.

El hombre que el pasado martes robó un camión de butano y sembró el pánico en Barcelona hasta que pudo ser frenado a tiros actuó de forma improvisada, sin planificar, en un estado alterado e inestable, tras pasar una noche de fiesta, gastando por todo lo alto importantes sumas de dinero en sexo, drogas y alcohol, según la conselleria d'Interior catalana.

Además, había sido condenado por delito de violencia doméstica en su país, donde también tiene antecedentes de hurto, tráfico de estupefacientes y delitos relacionados con la seguridad vial, como conducir sin carné y borracho. El jefe de la Regió Metropolitana de Mossos d'Esquadra, Joan Carles Molinero, lo ha dicho este miércoles a preguntas de los periodistas, al presentarse en rueda de prensa el balance de seguridad de 2016 en la ciudad.

El individuo fue condenado en su país en abril de 2008 a tres años de cárcel por violencia doméstica y figura en las bases de datos de la policía sueca por delitos viarios, relacionados con las sustancias estupefacientes y hurtos, ha explicado Molinero tras recibir esta información de las autoridades suecas.

Molinero ha explicado que el martes llevaba encima 3.000 coronas suecas en efectivo (unos 316 euros) en el momento de la detención, cuando fue interceptado a tiros mientras conducía el camión accediendo en dirección contraria a la Ronda Litoral.

Junto con el resultado del informe toxicológico, los Mossos d'Esquadra también están a la espera de que las autoridades bancarias den respuesta a la petición judicial para poder confirmar que la noche antes de protagonizar el incidente el detenido gastó unos 20.000 euros en sexo, drogas y alcohol.

También tentativa de homicidio

Los Mossos han añadido el delito de tentativa de homicidio a los cinco que ya le atribuían, después de que varios testigos hayan declarado que "claramente" les hubiese atropellado de no haberse apartado rápidamente durante su trayecto por las calles barcelonesas.

Aún no tienen resultados de las pruebas de consumo de drogas y alcohol durante la noche de fiesta, que podrían explicar la "sintomatología alterada" que tenía cuando arrestaron al hombre, que está en la unidad psiquiátrica del Hospital del Mar.

Móvil terrorista descartado

En rueda de prensa, el conseller de Interior, Jordi Jané, ha insistido en descartar el móvil terrorista en el suceso que el pasado martes puso en alerta Barcelona y ha remarcado que el hombre, de 32 años y nacionalidad sueca, no hizo ninguna proclama, no le constan vínculos ni a él ni a su entorno con organizaciones terroristas y no han hallado nada sospechoso en el hotel en el que se alojó cuando llegó a la capital catalana el pasado lunes.

Jané ha ofrecido este miércoles una rueda de prensa acompañado del director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle; el comisario jefe, Josep Lluís Trapero, y el comisario de la Regió Metropolitana, Joan Carles Molinero.

El detenido, que permanece ingresado en un hospital, donde se recupera de su estado de alteración y se le practican pruebas para valorar su estado mental, pasó toda la noche anterior de fiesta y se gastó, en compañía de algunos compatriotas, mucho dinero en varios locales, donde, según Jané, se sumió en un estado de "euforia continuada".

Según han informado fuentes cercanas a la investigación, entre estas "actividades caras" de las que ha hablado el conseller figuran la prostitución y el consumo continuado de drogas y alcohol.

Su objetivo era "irse" en dirección al mar

Tras hacer un seguimiento de su actividad en las horas previas a las 10.30 horas del pasado martes, cuando sembró el pánico, Jané ha concluido que el hombre actuó de forma "no planificada, improvisada" y que antes de robar el camión de butano intentó sin éxito parar varios vehículos y apropiarse de una moto, ya que su objetivo, en un estado de "alteración", era "irse" en dirección al mar.

El detenido, a quien le constan antecedentes en su país por delitos comunes, llegó a Barcelona el pasado lunes, día 20, por la mañana en un vuelo procedente de Moscú, tras hacer una escala de diez días procedente de Copenhague (Dinamarca), y se alojó en un hotel de Barcelona en compañía de un amigo, que ya ha abandonado España.

El hombre había estado de fiesta toda la noche en la capital catalana con otros suecos y no volvió al hotel a dormir donde tenía su equipaje, en la zona del Paral·lel, lugar en el que finalmente se subió al camión de butano después de haber intentado ya parar a otros coches y robar una moto.

La intención inicial del hombre y de su amigo, que contrataron dos habitaciones, era quedarse una noche, aunque cambió de planes y compró un vuelo para ir a Madrid a las 20.45 horas del mismo lunes.

Sin embargo, el detenido volvió a cambiar de planes y decidió quedarse en Barcelona, ya que, según Jané, la estancia en la capital catalana "le abrió posibilidades de ocio nocturno, de pasar un día diferente", con una "noche de gran fiesta", en la que no llegó a pernoctar en el hotel.

Pese a que los Mossos d'Esquadra todavía están pendientes del resultado del control de drogas y alcohol, Jané ha afirmado que el detenido presentaba, tras ser arrestado, una "sintomatología alterada" ya que aparecía como una "persona inestable".

El conseller ha evitado confirmar si el detenido tiene antecedentes psiquiátricos, como anunció el pasado martes el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, al entender que forma parte de su intimidad.

Condujo el camión robado durante tres kilómetros

Los Mossos atribuyen por el momento al detenido, que condujo durante diez minutos el camión de butano robado en un recorrido de unos tres kilómetros, en los que llegó a circular contradirección sin esquivar a los vehículos que salían a su paso, los delitos de hurto de vehículo, atentado a los agentes de la autoridad, conducción temeraria, lesiones y daños.

El conseller ha agradecido la labor de los agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana de Barcelona que lograron frenar a tiros al conductor, ya que "pusieron en riesgo sus vidas" en una actuación "rápida, ejemplar, eficaz y comprometida".

Según Jané, los agentes lograron salvar la vida de una chica de origen brasileño que iba caminando escuchando música con auriculares en la plaza de Pau Vila y a la que hubiera embestido el camión robado si un mosso de la unidad ARRO no la hubiese apartado.

La chica resultó herida leve al recibir el impacto de una de las 90 bombonas de butano que perdió el camión en los volantazos que dio en su fuga, perseguido por varias motos de los Mossos y la Urbana

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