Los alumnos de Secundaria  llevan once kilos en la mochila y los padres están cabreados porque consideran que tanto peso es perjudicial para la salud de sus hijos. Algunos institutos de la Región tienen aulas temáticas, y, el problema se complica, ya que los chicos tienen que ir de una clase a otra con la mochila a cuestas.

Uno de estos centros es el Floridablanca de Murcia. Para evitar que los alumnos salgan al recreo con las mochilas tocan el timbre cuatro minutos antes. Así, pueden dejar el macuto en la clase que venga después del recreo. La solución no convence a los padres, que se reunirán esta noche con los tutores de sus hijos para buscar alternativas al recorte de horas lectivas.

En otros IES, como el Cascales, ya se han tenido esas reuniones. Fue hace tres días y los padres pidieron que se implantaran los libros por fascículos.

En el Mariano Baquero, de Murcia, han puesto un armario para dejar los libros y no llevarlos a casa.

En el Saavedra Fajardo, de Murcia, no se ha tomado ninguna medida, aunque su jefe de estudios reconoce que el peso de la cartera es excesivo. «He pesado la de mi hija, y es una barbaridad».

Tampoco se ha hecho nada en el instituto Príncipe de Asturias, de Lorca, ni en el Ben Arabí, de Cartagena, donde los chavales se ven obligados a salir al recreo con la mochila a cuestas porque también tienen aulas temáticas.

«Los libros deben ir por fascículos»

José Antonio Abellán, presidente de la asociación de padres y madres de Murcia, explica que ya han pedido a Educación que inste a las editoriales a que divida los libros en tres. «Otra opción son las taquillas, pero ningún instituto las tiene. El sobrepeso de las mochilas es un problema de todos los centros». Según los médicos, el peso de la cartera no puede exceder los 3,5 kilos.

Lo que piensan los padres

Manuel Ruiz, autónomo. «No sé cómo le hacen falta tantos libros a mi hijo. Me preocupa mucho su salud. Yo opto por que los libros de texto se queden en el instituto y así evitar que se transporten tanto peso. Algo que agradecerá su espalda».

Antonio Sánchez, taxista. «Me parece una barbaridad todo el peso que llevan. ¿Por qué no se quedan todos los libros en el IES y los cogen sólo cuando les hace falta? ¿Por qué no los dan en CD? El peso puede influir de manera negativa en el crecimiento».

Ricardo Alcaraz, taxista. «Los técnicos de la Consejería podrían rediseñar el sistema de encuadernación de los libros para editarlos por partes y no sobrecargar a los estudiantes. Es una buena opción, pero no creo que lo hagan porque cuesta dinero».

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