En un comunicado, Acaip ha lamentado los hechos que se produjeron el pasado viernes después de que el recluso, que había sido detenido en Minas de Riotinto, fuese trasladado por cuatro miembros de la Guardia Civil desde la localidad onubense al centro penitenciario.

En este sentido, desde el sindicato han indicado que dicho recluso, "de gran corpulencia y experto en artes marciales", al ser conducido por los funcionarios a las dependencias del centro, "comenzó a amenazar de muerte a los funcionarios presentes".

Asimismo, desde Acaip han señalado que, posteriormente, "fuera de sí y gritando que estaba loco y no le importaría volver a matar", el recluso "se abalanzó sobre ellos, lanzando puñetazos y patadas".

De este modo, el incidente se saldó con un funcionario lesionado y, según han remarcado, "no fue a más gracias a la gran intervención de los funcionarios que consiguieron controlar la situación y aislar al interno del resto de la población reclusa".

Ante esta situación, desde Acaip Huelva han exigido que dichos hechos sean puestos en conocimiento de la autoridad judicial por las responsabilidades penales que pudieran derivarse, así como que se traslade a dicho interno a otro centro penitenciario lo antes posible "dado los graves incidentes que ha protagonizado en el centro penitenciario de Huelva en su anterior ingreso en prisión".

Así las cosas, Acaip ha subrayado que, además de problemas como "la escasez de personal y la mala distribución de los efectivos existentes", se encuentra "este aumento paulatino de este tipo de agresiones". Esto hace que el colectivo de estos funcionarios demande una mayor protección jurídica a nivel judicial y administrativo puesto que los funcionarios de prisiones "no tienen reconocido formalmente la condición de autoridad en el ejercicio de sus funciones".