el municipio.

Durante la visita, el delegado de Turismo conoció de primera mano el potencial turístico de Morón de la Frontera, además de constatar la gran calidad de las infraestructuras hoteleras para la acogida de visitantes, según señala la Junta de Andalucía en un comunicado.

Girela aprovechó la visita para recordar que su Delegación, como toda la Junta de Andalucía, está muy implicada en el control y denuncia de la actividad ilegal de los apartamentos turísticos no regulados. Recordó que desde el 11 de mayo de 2016 la Consejería de Turismo tiene en vigor el Decreto, que pretende regular el uso de alojamientos privados para el turismo, que pueda dar cobertura a situaciones de intrusismo y competencia desleal, que es una práctica que incide negativamente en el prestigio de nuestros destinos turísticos.

Gracias al Decreto 28/2016 se han inscrito 1.419 viviendas con fines turísticos con un total de 6.746 plazas. Por parte de la Inspección de Turismo se han realizado 211 inspecciones en viviendas que antes no estaban legalizadas, además de requerir 550 peticiones de documentación con el fin de verificar el cumplimiento de la normativa turística vigente.

Por ello, el delegado afirmó que cuando se tiene conocimiento de que un establecimiento hostelero no está inscrito en el Registro de Turismo de la Delegación, donde constan los apartamentos y otros locales privados declarados para la acogida de turistas, la inspección actuante levanta un acta de clandestinidad.

Sobre el trabajo de la inspección, José Manuel Girela ha recordado que los inspectores actúan ante una denuncia o reclamación de los usuarios o de los profesionales de hostelería, y se remitió a las declaraciones efectuadas recientemente por el presidente de los hoteleros de Sevilla, acerca de la sanción impuesta a un hotel de la capital por instalar una cama supletoria que no guardaba las medidas exactas que indica la ley. El delegado explicó que la inspección actuó cuando el Servicio de Turismo recibió la reclamación presentada por una usuaria del hotel.

El inspector actuante en este caso, acudió al establecimiento e inspeccionó la habitación objeto de la reclamación, "donde comprobó, de acuerdo con el Decreto 47/2004 de establecimientos hoteleros, que la habitación no tenía las medidas mínimas necesarias para la instalación de una cama supletoria", añade. En esta ocasión y después de realizadas dos mediciones con un margen de error estimado, "se constató que la superficie del dormitorio tenía 17 metros cuadrados, cuando la superficie necesaria para la instalación de una cama supletoria es de 20 metros".