El sector hipotecario vive días convulsos a cuento de las sentencias europeas y españolas relacionadas con cláusulas de los contratos o del pago de sus gastos. Más allá de lo que vaya pasando en los próximos a ese respecto, suele ser habitual que el banco adjunte varios productos vinculados a la firma de la hipoteca.

Las entidades bancarias condicionan el tipo de interés del préstamo a la contratación de productos adicionales, como la domiciliación de la nómina o la contratación de un seguro de vida. De hecho, los bancos suelen decirnos que contratar ese seguro es requisito para concedernos el préstamo. Sin embargo, debemos saber que la Ley no obliga, en ningún caso, a disponer de un seguro de vida a los solicitantes de un préstamo hipotecario.

Como explican en Remax, el único seguro obligatorio será el de hogar con cobertura de incendios. Si finalmente elegimos contratar tu hipoteca con un seguro de vida asociado, debemos tener en cuenta todas las condiciones del mismo antes de contratarlo y conocer cómo afectaría dicho seguro a las condiciones de nuestra hipoteca en caso de cancelarlo.

Una vez contratado, también podremos cancelar el seguro o cambiarlo a otra compañía que nos ofrezca mejores condiciones. Normalmente, la renovación de las pólizas de seguro se produce cada año y los clientes pueden contratarlas con uno o dos meses de antelación a su vencimiento. Otra opción, será cancelar la póliza antes de que pasen 30 días desde su activación.

Por último, debemos saber que el verdadero valor de un seguro de vida no será solo la prestación que nos ofrece sino la tranquilidad que aportará tenerlo. En ese sentido, Remax recomienda estudiar las condiciones del mismo y comparar las ofertas de las diferentes compañías aseguradoras.