Jorge Lorenzo ha regresado de Malasia con el segundo título de 250 cc y lo celebró en Barcelona, con tarta incluída. Ahora su próximo reto será en MotoGP, dejará Aprilia y se montará en la segunda Yamaha del equipo de Valentino Rossi. El mallorquín no llega para "ganar, sino con la intención de disfrutar".

Lorenzo reconoció que en la categoría reina "será complicado incluso meterse entre los ocho primeros" y recordó que en la parrilla de la categoría reina "hay cinco o seis campeones del mundo".

"No se me exigirán resultados"

"Vengo a aprender, a disfrutar del año, no se me exigirán resultados, vengo a ser mejor piloto y mejor persona", insistió, aunque también dejó claro que su objetivo es ser "algún día un gran piloto de MotoGP".

Asegura que le falta "conocer la moto, saber sacar el máximo provecho de los neumáticos, conocer más mis límites, un poco de experiencia y un poco de suerte".

Rossi, el compañero

"Podremos convivir juntos sin problemas. Harían falta más pilotos como Rossi. Pero no creo que sea yo el más parecido", apuntó cuando le preguntaron por comparaciones de afición por la Fórmula 1.

"Valentino merece el más sincero de mis respetos porque un piloto así sólo nace cada 20 años, aunque las cosas le vayan mal", resaltó.

La rivalidad con Pedrosa

Con el catalán ha tenido enfrentamientos públicos en la pista y fuera de ellas. Lorenzo no tuvo problemas en admitir que, para el motociclismo español, sería "muy bueno" que la afición esté dividida entre Pedrosa y él, porque "eso crearía una batalla amistosa que sería buena para el crecimiento del motociclismo".

Lorenzo será recibido en Palma de Mallorca por el presidente de Baleares, Francesc Antich. Luego se trasladará al Consolat de la Mar, sede del Govern, con un coche descapotable, vehículo en el que será escoltado por los aficionados mallorquines del motociclismo.

Habrá saludos desde el balcón del Ayuntamiento, donde se espera a todos los ciudadanos que quiera participar en este homenaje. Y si uno se acerca al aeropuerto se podrá llevar una camiseta conmemorativa del mallorquín.