El jefe de Seguridad Nacional de Trump cree que el muro solo no resolverá los problemas

  • Debería ser completado con otros métodos y tecnología, cree el general retirado John Kelly.
  • Kelly recuerda que gran parte de quienes cruzan la frontera desde el sur lo hacen "escapando de la violencia".
  • También, que es importante "reducir la demanda" de drogas desde EEUU para frenar ese comercio ilegal.
  • "No hay manera" de que México pague el muro, dice el canciller mexicano.

El general retirado John Kelly, nominado por el presidente electo Donald Trump para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), reconoció este martes que un muro "físico" con México no detendrá "los problemas fronterizos" derivados del flujo migratorio y entrada de drogas.

"Una barrera de defensa física no hará el trabajo por sí sola. Debería ser completado con otros métodos y tecnología", afirmó Kelly en la audiencia de confirmación ante el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.

De este modo, el general retirado marcaba distancia con la propuesta electoral más polémica de Trump, quien ha insistido en construir un muro en la frontera con México para detener el flujo migratorio y la entrada de estupefacientes.

Kelly, además, señaló que parte de la solución debe incluir "trabajar más estrechamente con nuestros países aliados", entre ellos México y los de Centroamérica.

Asimismo, sostuvo que gran parte de quienes cruzan la frontera desde el sur lo hacen "escapando de la violencia" y que es importante "reducir la demanda" de estupefacientes desde EEUU para frenar ese comercio ilegal.

"No hay manera" de que México lo pague

El DHS, creado tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU y con una plantilla de un cuarto de millón de personas encargada de evitar atentados, controla las fronteras y hacer cumplir las leyes migratorias

Trump no solo ha reiterado en las últimas semanas su intención de erigir el muro con México, sino que ha asegurado que será el Gobierno del vecino del sur quien se encargará de pagarlo.

Precisamente este martes, el canciller mexicano, Luis Videgaray, subrayó que "no hay manera" de que su país pague por ello, puesto que "no es un tema de cuánto cuesta, de dónde sale", sino "un tema de dignidad y de soberanía nacional".

Estados Unidos y México comparten un frontera de 3.000 kilómetros de longitud.

Deportar a los "dreamers" no es prioridad 

Kelly dijo también que deportar a los "dreamers", o "soñadores", como se conoce a los jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños no parece ser la prioridad del Gobierno de Trump.

Durante su audiencia de confirmación en el Senado para dirigir la agencia responsable del control de inmigración, Kelly fue preguntado por la senadora demócrata Kamala Harris si el presidente electo de EEUU expulsará a los 750.000 jóvenes que se han acogido a un alivio de la deportación en el Gobierno de Obama.

"Hay un gran espectro de gente con la que tenemos que lidiar en cuanto a deportaciones. Yo supongo que esta categoría (la de los 'soñadores') no será la prioridad más alta en las expulsiones", respondió Kelly.

No obstante, el general retirado aseguró que él no ha estado "involucrado" en las conversaciones que el equipo de Trump está manteniendo para "desarrollar la política sobre inmigración" del Gobierno que tomará las riendas del país el próximo 20 de enero, por lo que sus declaraciones pueden no ser indicativas de lo que ocurra.

Los 750.000 jóvenes indocumentados que se acogieron al programa de Acción Diferida (DACA) lanzado en 2012 por Obama mediante acción ejecutiva enviaron sus datos al Gobierno para poder solicitar el alivio migratorio, y muchos activistas de inmigración temen ahora que Trump use esos mismos datos para localizarlos y deportarlos.

Kelly no respondió directamente a la pregunta de si Trump podría hacer eso, pero sí subrayó que el DHS tiene "una capacidad limitada para ejecutar la ley" en lo que se refiere a las deportaciones, dada la cantidad de indocumentados (unos 11 millones) que se calcula viven en EEUU. "Nos centraremos en las mayores prioridades", sostuvo Kelly.

"En mi opinión, con los recursos limitados que tenemos para aplicar la ley, los individuos que cumplen la ley no estarían probablemente en lo más alto de la lista", agregó.

Durante la campaña electoral, Trump afirmó que los "dreamers" serían deportados, igual que el resto de indocumentados que viven en el país, pero después de ganar las elecciones del 8 de noviembre adoptó un tono más ambiguo y dijo que la decisión que tome -que no concretó- hará que la gente esté "contenta y orgullosa".

"Los trajeron aquí muy jóvenes, han trabajado aquí, han estudiado aquí. Algunos han sido buenos estudiantes. Algunos tienen trabajos maravillosos. Y están en una tierra de nadie porque no saben lo que va a pasar", reconoció el presidente electo en una entrevista con la revista "Time" en diciembre.

Las palabras de Kelly chocan con las expresadas hoy por el candidato de Trump al Departamento de Justicia, el senador Jeff Sessions, quien indicó que apoyaría acabar con DACA, un programa al que llamó "amnistía masiva".

Sessions consideró "muy cuestionable" la constitucionalidad de ese plan migratorio, que, al haber sido puesto en vigor por decreto, puede ser eliminado por Trump haciendo uso del mismo poder Ejecutivo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento