El fotógrafo que presenció el asesinato del embajador ruso: "Pensé que era una obra teatral"

  • Burhan Ozbilici, fotoperiodista de Associated Press, se mantuvo con su cámara firme durante el asesinato del embajador ruso en Turquía.
  • "Cuando un hombre con traje oscuro y corbata sacó una pistola me quedé estupefacto, pensé que era una representación teatral dentro de la exposición".
  • "Se desató el caos. La gente gritaba (...), yo estaba asustado pero encontré un escondite tras una pared e hice mi trabajo: tomar fotografías", describe.
  • El momento en el que el embajador ruso es asesinado.
Momentos después del asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, cuyo cuerpo yace en el suelo mientras que el atacante grita sosteniendo una pistola en su mano.
Momentos después del asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, cuyo cuerpo yace en el suelo mientras que el atacante grita sosteniendo una pistola en su mano.
GTRES
Momentos después del asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, cuyo cuerpo yace en el suelo mientras que el atacante grita sosteniendo una pistola en su mano.

El fotógrafo de la agencia de noticias Associated Press Burhan Ozbilici presenció e inmortalizó el momento del asesinato del embajador ruso en Ankara, Andrei Karlov. Lo que empezó siendo un trabajo rutinario en una visita a una exposición fotográfica se convirtió en una auténtica escena caótica en la que Ozbilici supo mantenerse firme con su cámara a pesar del peligro que corría con un tirador apuntando con su pistola.

"Cuando un hombre con traje oscuro y corbata sacó una pistola me quedé estupefacto, pensé que era una representación teatral dentro de la exposición", ha relatado. Nada más lejos de la realidad: "En lugar de eso, era un asesinato fríamente calculado que se desarrolló ante mí y otros que huyeron despavoridos para protegerse mientras el hombre armado disparaba contra el embajador ruso".

"Los disparos, al menos ocho de ellos, sonaban fuertes en aquella inmaculada galería de arte. Se desató el caos. La gente gritaba, se escondía tras las columnas y debajo de las mesas y yacía en el suelo. Yo estaba asustado y confundido, pero encontré un escondite parcial detrás de una pared e hice mi trabajo: tomar fotografías", ha descrito Burhan Ozbilici.

El fotógrafo ha contado además los motivos que le llevaron a estar presente en aquella exposición, titulada 'De Kaliningrado a Kamchatka, a través de los ojos de los viajeros'. "Decidí asistir simplemente porque me pillaba de camino a casa desde la oficina de Ankara".

"Cuando llegué, los discursos ya habían comenzado. Después de que el embajador ruso, Andrei Karlov, comenzara su alocución, me acerqué a fotografiarlo, pensando que las fotografías serían útiles para ilustrar artículos sobre las relaciones turco-rusas", ha agregado Ozbilici.

El fotógrafo de AP también ha recordado "lo tranquilo y humilde que parecía" el embajador durante su discurso, hasta que "vinieron los disparos en una rápida sucesión y el pánico de los asistentes". "El cuerpo del embajador yacía en el suelo, a unos metros de mí. No podía ver sangre a su alrededor, creo que le dispararon por la espalda".

En su relato, Ozbilici describió al detalle toda la secuencia y sus impresiones. "Me llevó unos segundos entender lo que acababa de pasar: un hombre había muerto ante mí, una vida había desaparecido ante mis ojos", ha descrito. "Me moví hacia atrás y hacia la izquierda, mientras que el tirador —posteriormente identificado como el agente de policía Mevlut Mert Altintas— hizo un gesto con su arma a las personas acurrucadas en el lado derecho de la sala".

"Al principio no me imaginaba las motivaciones del tirador. Pensé que sería un militante checheno. Pero más tarde la gente decía que estaba gritando sobre la ciudad siria de Alepo. Por lo tanto, seguramente estaba enfadado por los bombardeos rusos de Alepo que estaban dirigidos a expulsar a los rebeldes antigubernamentales. Muchos civiles han muerto en los combates. También gritó 'Allah akbar', pero no pude entender el resto de lo que dijo en árabe".

Su entereza en ese momento le permitió observar en todo momento al atacante, que ha descrito como "agitado". "Caminó alrededor del cuerpo del embajador, destrozando algunas de las fotos colgadas en la pared". "Tenía, por supuesto, miedo, y sabía el peligro que corría si el tirador se volvía hacia mí. Pero avancé un poco y fotografié al hombre mientras él dominaba a su audiencia desesperada y cautiva", ha agregado.

"Esto es lo que pensaba: 'Estoy aquí, incluso si me golpean, hieren o matan soy periodista, tengo que hacer mi trabajo, pude huir sin hacer ninguna foto... Pero no podría responder si luego la gente me preguntaba: '¿Por qué no tomaste fotos?", concluye Ozbilici.

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