La Federación de Vecinos exige a Joan Ribó una política "clara y contundente" contra el ruido

  • Exigen frenar la contaminación acústica ligada al ocio nocturno.
  • La presidenta, María José Broseta, tilda de "decepcionante" el resultado de la reunión con el alcalde y varios concejales.
  • Los problemas se centran en el Carmen, Xúquer, Benimaclet, Ruzafa, Arrancapins y el Cedro.
  • Critican el exceso de terrazas en la calle, el incumplimiento "sistemático" de horarios, el botellón y las nuevas aperturas en zonas acústicamente saturadas.
Representantes de la Federación de Vecinos con Ribó y Menguzzato
Representantes de la Federación de Vecinos con Ribó y Menguzzato
FEDERACIÓN DE VECINOS
Representantes de la Federación de Vecinos con Ribó y Menguzzato

La Federación de Vecinos de Valencia ha entregado este miércoles al alcalde de la ciudad, Joan Ribó, un documento en el que se identifican problemas y se proponen soluciones en materia de contaminación acústica. Asimismo, ha reclamado una política municipal "clara y contundente para frenar los problemas de ruidos, especialmente los derivados del ocio nocturno".

La presidenta de la Federación de Vecinos de Valencia, María José Broseta, ha calificado de "decepcionante" la reunión que ha mantenido con Joan Ribó, con el objetivo de abordar la problemática de la contaminación acústica, especialmente la derivada del ocio nocturno, según ha informado la Federación en un comunicado.

Broseta ha acudido al encuentro acompañada de los portavoces de las asociaciones Amics del Carmen, barrio de San José-Bega Baixa (Xúquer), Arrancapins-La Petxina, Benimaclet, Russafa-Gran Vía, Gent de Ruzafa, Cedro-Ciudad Jardín y Avegas (zona woody), todas ellas ubicadas en Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) o susceptibles de ser declaradas ZAS (Benimaclet, Ruzafa y Cedro).

Por su parte, junto al alcalde, han participado los concejales de Espacio Público, Carlos Galiana, de Calidad Ambiental, Pilar Soriano, y de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato.

En la reunión, Broseta ha entregado a Ribó un documento acordado entre las mencionadas entidades en el que se identifican problemas y se proponen soluciones en materia de contaminación acústica.

Independientemente de esas propuestas, todas las entidades asistentes han coincidido en solicitar una política municipal "clara y contundente para frenar los problemas de ruidos, especialmente los derivados del ocio nocturno".

"Queremos que el Ayuntamiento cree un observatorio conjuntamente con el movimiento vecinal que establezca un calendario de medidas y objetivos de los que se haga seguimiento de forma periódica", ha explicado Broseta.

Además, han solicitado la aplicación "estricta" de las ordenanzas de Ocupación de la Vía Pública y de Contaminación como "solución a corto plazo" ante determinadas situaciones que se vienen produciendo, como por ejemplo, "el exceso de mesas y sillas en la calle por encima de los límites establecidos en las licencias, el incumplimiento sistemático de los horarios por parte de algunos locales, el botellón o la apertura de nuevos establecimientos en zonas ZAS".

En concreto, se ha solicitado la aplicación del capítulo tercero de la ordenanza de Ocupación de la Vía Pública, que establece la posibilidad de aplicar medidas correctoras en zonas donde exista saturación de terrazas.

Los vecinos han pedido también que el Ayuntamiento asuma la gestión de las sanciones graves y muy graves relacionadas con las actividades de los locales, para "agilizar" la tramitación de las sanciones o incluso de los cierres de establecimientos y se han ofrecido a colaborar a la hora de detectar y comunicar posibles irregularidades.

Ante todas estas cuestiones, los representantes municipales se han comprometido a intensificar los controles sobre las terrazas y a convocar en los próximos días el órgano gestor de contaminación acústica del Ayuntamiento, ha asegurado la Federación de Vecinos.

Por su parte, Ribó ha asegurado que estudiarán todas las propuestas planteadas en el documento y en la reunión y ha considerado "positivo" el ofrecimiento para estrechar la colaboración entre el Ayuntamiento y los vecinos. No obstante, ha remarcado que es consciente de que la contaminación acústica es "un problema existente difícil de resolver por la cantidad de variantes que presenta cada caso".

"Sin compromisos sobre el papel"

Al respecto, Broseta ha valorado de forma positiva que tanto el alcalde como los concejales les hayan recibido y escuchado, pero se ha mostrado disgustada porque "sobre el papel no ha habido ningún compromiso firme, algo sorprendente después de más de un año al frente del Consistorio".

Para Broseta, el nuevo equipo de Gobierno municipal ya ha tenido tiempo "de detectar y analizar los problemas", por lo que "ahora toca que aporten soluciones reales a una situación que afecta a la salud de las personas y que no se está afrontando con la contundencia y el rigor necesarios".

No obstante, la dirigente vecinal ha tendido la mano del movimiento vecinal "para colaborar en la medida de lo posible en la búsqueda de una mejor calidad de vida en los barrios, que se está viendo mermada en los últimos tiempos por la proliferación de las mencionadas actitudes incívicas e irregulares".

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