Las autoridades mexicanas ha confirmado la presencia de carne humana en el plato de un incipiente escritor de novelas de terror, capturado la semana pasada en Mexico D.C. cuando intentaba huir de la policía capitalina.

José Luis Calva Zepeda, quien fue bautizado por la prensa como El caníbal de la Guerrero, fue detenido casualmente por la policía que llegó hasta su departamento para investigar la desaparición de su novia, Alejandra Galeana Garavito, de 30 años y madre de dos hijos.

El escritor saltó entonces desde el balcón de su departamento, en el barrio Guerrero, y se causó graves lesiones, mientras la policía se topó con el cuerpo descuartizado de Alejandra y con restos de carne frita en una sartén, un plato y un tenedor.

Este lunes, el fiscal central de Investigación de Homicidios, Gustavo Salas, y el doctor Rodolfo Rojo, coordinador de Servicios Periciales, confirmaron en una rueda de prensa que la carne en la sartén era humana y que se trataba de "músculo estriado" y que pertenece al antebrazo de la víctima.

Sin embargo, ambos funcionarios dijeron que suponen que Calva Zepeda consumió parte de esa carne, pero que no han podido comprobarlo, además de que él, quien está hospitalizado, no ha prestado declaración ante las autoridades. También informaron que está relacionado con dos crímenes más y señalaron que las tres víctimas fueron descuartizadas y tienen "un fenotipo similar".

En el departamento, la policía halló una novela inconclusa titulada Instintos Caníbales o 12 días, que versa sobre la antropofagia, el sexo, el sadomasoquismo y la coprofagia.

En caso de que Calva Zepeda sea hallado culpable, la pena sería de 50 años de cárcel.