Bertín Osborne: "Ya ni podemos castigar a un niño ni pegarle un grito ni mandar deberes, ¿estamos locos?"

  • "Le preguntas  a una mujer si es ama de casa y parece que la estás insultando", dice el cantante que acaba de sacar el disco 'Va por ellas' (Sony).
  • "Yo no puedo ser ama de casa, pero igual lo haría encantado, porque yo soy de los que ha hecho la mili, que ahora ni eso".
  • "Pues bien, yo seré machista, pero tú eres imbécil, ¿estamos locos o qué?"
Bertín Osborne, en entrevista con '20minutos'
Bertín Osborne, en entrevista con '20minutos'
JORGE PARÍS
Bertín Osborne, en entrevista con '20minutos'

Bastante más delgado de lo normal, Bertín Osborne se presenta en una de las salas de Sony para, en teoría, hablarnos, entre otras cosas, de su nuevo disco: Va por ellas, en el que versiona desde Layla hasta Abrázate fuerte a mí, María.

Tiene, no sorprende en él, muchas más ganas de hablar, por ejemplo, de lo que considera la imbecilidad de este país. Nada más entrar lo primero que dice es "Yo vivo en un lío completo".

¿Por qué tanto lío?

Porque hago demasiadas cosas.

Pero este disco será especial, ¿no?

Sí, pero y la tele y el teatro y el concierto también lo son.

¿Por qué eligió estas canciones?

Lo hizo la compañía, sobre todo.

¿Y usted?, ¿no hizo nada?

Algunas he elegido, pero no muchas. Agárrate fuerte a mí, María, ésa me mata, ésa sí. Y lo que he hecho ha sido no escuchar las originales, hay que olvidarlas, si no, es imposible. Es un disco muy bien terminado.

¿Le costó alguna?

Una porque me parecía que no pegaba, la de Layla, de Eric Clapton. Pero atragantarse ninguna. Todas entraron de primeras, otra cosa es que pensara si tenían que ver con el resto o no.

¿El Va por ellas que lleva como título es una peineta a los que le llaman machista?

A los que me llaman machista yo los puedo llamar imbéciles o gilipollas, porque yo no lo he sido en la puta vida. Hay más tontos que botellines y este país está lleno de botellines. Y el título además no es mío, es de Sony.

Pero usted habrá tenido que decir que sí, ¿no?

Sí, claro, y no tuvieron que convencerme mucho.

¿No hay nada de resarcimiento entonces?

No, nada, es que ni se me ha ocurrido siquiera eso del machismo, no me preocupa nada.

¿Y no se lo han preguntado?

Bueno, me han hecho el comentario de un imbécil que escribió el otro día que yo era machista.

¿Es lo peor que han dicho?

No, pero eso me cabrea porque es mentira, hay otras cosas que han dicho que son verdad, pero esta no lo es.

¿Y por qué esa acusación?

En este país hemos cambiado todos mucho, se ha perdido el sentido del humor, por culpa de los políticos que han crispado a los españoles. Los españoles teníamos sentido del humor. Podías hacer un chiste de los tartamudos y no te estabas riendo de los tartamudos y de los enanos, y los gangosos, y los mariquitas. Arévalo ya no puede contar chistes, porque dice que le llaman de la asociación de tartamudos. Pero ¿son gilipollas? Hasta eso hemos llegado. Que se vayan todos a la mierda. Y hay que tener un cuidado con lo que se dice.

¿Está usted dispuesto a tener cuidado?

Yo, ninguno. Mira, ahora le preguntas a una mujer  por curiosidad si sabe cocinar y te dicen que eres un machista. Pues bien, yo seré machista pero tú eres imbécil. No se le puede preguntar a una mujer si sabe cocinar, y a mí me gusta preguntarle a una mujer cuando viene a casa si sabe y no puedes, es machista, dicen.

¿Lo pregunta?, ¿pregunta mucho a las mujeres si saben cocinar?

En el programa ni me acuerdo a quién se lo he preguntado. Es que menuda cantidad de tontos nos rodean. Y yo soy como soy, y al que le guste bien y al que no que se joda.

¿De qué se siente más orgulloso profesionalmente?

De que hace 35 años que estoy aquí y tú estás ahí preguntándome cosas. Y hace 35 años que empecé y eso la mayoría no puede decirlo. Seguir en primera línea 35 años después será por algo.

¿Por qué?

Ves lo que soy, no tengo doble cara y no pienso tenerla y parece que hay una mayoría que me acepta como soy.

Bueno, no todos...

Claro porque digas cosas que joden. Si critican hasta el Papa.

Bueno, es que el Papa también tendrá cosas que se pueden criticar...

Pues por eso: estamos expuestos. A ti te criticarán las amigas de tus amigas y diran: ¿esta dónde va con los ojitos que tiene?, y les joderá que tengas el culito respingón y los ojos así.

¿Su secreto?

No pienso mucho las cosas es verdad, y las largo.

Pues yo creo que no, que sí que sabe lo que dice y lo dice provocando..

Sí, también hay un poco de eso, me divierte mucho provocar y sé las cosas que joden. Y aunque jodan las digo.

¿En ninguna entrevista ha querido molestar?

Nunca, te lo prometo. Y no lo haré. Tengo interés en que los que vengan quieran volver. Yo no meto el dedo en el ojo porque no me gusta que me lo metan a mí. El programa se tuerce y todo es incómodo. Y eso no es bueno. No lo hago. Yo no quiero hacer una entrevista para molestar, porque no soy periodista. Vosotros sí tenéis obligación de preguntar. Aunque esto se ha convertido en que hay que ser agresivo para ser un buen periodista y me parece una de las gilipolleces de las modernas. Las tonterías que se hacen ahora, antes no, me parecen un atraso, porque todos los entrevistados nos sentimos incómodos.Y la gente también se siente incómoda viéndolo en casa. A mí Risto me metió los dedos, pero me divirtió.

¿A quién le gustaría entrevistar?

A Felipe González, que se me está resistiendo. Le tengo cariño y salimos de vez en cuando y me tiene que sí pero que no sé todavía. Es una voz responsable de un tío razonable que se debería escuchar ahora

Muchos piensan que se ha vuelto de derechas...

Hoy cualquier persona lógica, racional es de derechas; y todos los locos peligrosos, de izquierdas. Pues no, ni una cosa ni la otra. Felipe sabe lo que le interesa a España y lo que no. Es un tipo muy involucrado en Venezuela y por eso me interesa.

¿Canta Felipe?

No lo sé, todos lo hacen en casa, en el baño, ¿no?

¿Y usted?

Yo no.

¿Cómo empezó?

Todo han sido casualidades.

Se fue a los 16 años de casa... Y lo tenía todo fácil...

Sí, cómodo y me fui a buscarme la vida y a divertirme. Era muy estricto mi padre, y yo no podía con eso. Y empecé a cantar porque un grupo de amigos tocábamos rock en inglés en discotecas y en una me contrataron. Fueron casualidades. Y luego, grabé.

¿Nunca había querido ser cantante?

Nunca quise ser cantante. Yo quería ser deportista y era un gran tenista, Santana te lo puede decir, que jugaba de cine. Yo tenía 15 años y me venía a jugar, no he tenido más ídolos que Santana. Eso sí habría querido ser, pero tuve una lesión y se acabó. Me operaron mal y me cortó todo.

¿Qué es lo que más le ha cambiado?

Mi hijo primero y luego la pérdida de muchas personas cercanas antes del tiempo lógico. Hijos, sobrinos, madre, mujer... Me han golpeado duro y te hace madurar muy rápido y poner la escala de valores en su sitio.

¿Cómo se sigue adelante?

Cuando pasan esas cosas mucha gente se gira a mirarte, mis hijas, mis hermanas, y me siento responsable de ser el que tiene que estar en su sitio y no perderlo.

¿Cuál es la mayor responsabilidad que siente?

Mis hijos, y mi única preocupación es qué será de mi hijo cuando ya no estemos. Yo me buscaré la vida bien siempre, porque tengo habilidad para buscármela. La única preocupación que tengo es qué será de mi hijo cuando yo no esté, todo lo demás me da igual. Porque eso no se puede prever. Lo preparo, pero yo no estaré para cogerlo en brazos y ¿le van a querer y cuidar como nosotros?

¿Qué le ha enseñado?

A ser persona, a ser menos burro, a tener las prioridades claras y a vivir de otra manera.

¿Le cocina?

No, pero voy a aprender, en eso ha cambiado para bien este país. La cocina hoy es sitio de reunión. Me encanta la cocina y no sé así que voy a hacer un curso de cocina. Si yo tengo a alguien que está en mi casa y vamos a estar en un rato largo y tenemos que comer, ¿tú crees que es machista que le pregunte si sabe cocibar? Dicen que a los hombres les hablo de política y a las mujeres de cocina.

¿Cómo se arregla usted para comer?

A mí me cocinan o si veo que hay follón en casa telefonito y sushi a casa. Y ya está, yo no tengo problema. Pero este país está lleno de tontos y opinadores tontos.

Bueno, igual hay gente a la que le gusta escucharlos...

Pues hay cosas tremendas. La gente de la calle es normal, las amas de casa son normales. Mi madre lo era.

¿Su padre qué era?

Un currante, que tenía sus empresas y sus negocios. Pero amas de casa ha habido y las habrá toda la vida, y trabajan en sus casas, y ¿cuál es el problema?

Y luego están las que además de dentro trabajan fuera... Que no hay que olvidarlas tampoco...

Eso ya es para nota, pero hay otras que prefieren estar en su casa. Le preguntas  a una mujer si es ama de casa y parece que la estás insultando.

También hay hombres que lo son...

Claro, si es una cosa digna y estupenda.

¿Lo sería usted?, ¿le gustaría?

No, yo no, no puedo. Igual lo haría encantado, porque yo soy de los que ha hecho la mili, que ahora ni eso.

Pero eso ya es provocar, ¿no?

Es que es verdad, aprendías a hacer camas en la mil.

¿Lo pasó bien?

Lo pasé fenomenal. Lo que no se puede es tener un país de ignorantes, en un programa escuché a universitarios que no sabían qué era el muro de Berlín, es un país de ignorantes de cojones. Y eso no era así antes ni de coña. Es un país de incultos.

¿Y qué propone?

Cambiar todo desde los cimientos: ahora no se puede castigar a un niño, ni pegarle un grito ni mandarles deberes, ¿estamos todos locos? Ahora llega el padre y pega dos gritos al profesor. Antes yo la cagaba y mi padre me  pegaba dos leches y yo soy un tío normal. Ahora no, ahora va el padre y le pega dos leches al profesor.

¿Ha ido al colegio de su hijo a protestar?

Sí, para que fueran más duros con mi hijo, porque es un tío listo, vago y cachondo. Y les dije: castígale.

¿Cómo?

Que no, que le castiguen, sin patio, metido en la habitación y a estudiar.

Pero de cara a la pared no...

De cara a la pared y no le pasa nada. A mí me han puesto de cara a la pared lleno de libros y no me ha pasado nada.

Pues yo protesto para que eso no suceda...

De verdad que nos hemos vuelto locos, estamos criando una generación de inútiles y burros, y esos van a tener que poner dinero para las pensiones de mañana. No riñas al niño que le va a traumatizar, vaya a usted a tomar por saco, inútil.

Esos castigos a usted no lo traumatizaron, pero a otros, sí, ¿no importa eso?

Bueno, pero saben qué es el Muro de Berlín y dónde está. Nos hemos convertido en un país de subvencionados y flojos mentales.

¿Hasta qué generación salva?

Hasta la mía salvo. De ahí para los niños de ahora... Los niños de ahora..., no me jodas.

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