Arthur Rennie, de 20 años, entró a robar en marzo de 2015 a una tienda de la localidad británica de Greenock. Armado con una espada, empujó a la empleada del local Julie Crighton y le exigió el dinero que había en la caja. Lejos de amedrentarse, la joven, de 23 años, empuñó un tenedor de plástico y se enfrentó al atacante, logrando que huyera. Arthur ha sido condenado ahora a cuatro años de cárcel.

El condenado fue detenido tras encontrarse cerca del establecimiento una bolsa con la espada y con ropa que contenía su ADN, según informa la BBC.

La jueza Rae ha destacado que Julie fue "extremadamente valiente". "La espada era grande y el incidente debió de ser aterrador", ha agregado.

"Estaba blandiendo lo que yo pensaba que era un machete y se dirigió a un lado del mostrador. Entonces vino hacia mí, me empujó y yo le empujé a él. Creo que se dio cuenta de que no iba a darle nada. Salió de la tienda y yo fui detrás. No estaba pensando en atraparlo, sólo viendo a dónde iba", relató la empleada durante el juicio.

El tribunal ha considerado a Arthur Renie culpable de intento de robo.