En este sentido, uno de los portavoces de los padres, Antonio Barranco, ha explicado a Europa Press que pese a que el grupo tenía la intención de presentar un escrito ante la Delegación Territorial de Educación de la Junta en Sevilla solicitando "amparo" ante lo sucedido, el anunciado cierre de la guardería ha motivado su renuncia a esta vía.

En concreto, la escuela infantil ha anunciado mediante una comunicación el cierre "definitivo" a partir del día 15 de noviembre por "motivos ajenos a su voluntad" a los padres, que pretenden reclamar "responsabilidades" a la dirección del centro, al que casi todos los niños han dejado de ir y en el que la Inspección educativa intervino recientemente.

De hecho, los padres pretenden que la guardería les devuelva el dinero de las matrículas o, al menos, la parte proporcional una vez descontados los dos meses que los alumnos han contado con la prestación del servicio.

Aunque la luz volvió pocos días después de trascender lo sucedido -motivado por el impago del suministro eléctrico-, no era éste el único problema que afrontaba el centro, pues asimismo ha habido problemas con el pago del alquiler y de los libros y, mientras que una de las tres profesoras no contaría con titulación, las otras llevan "meses" sin cobrar la nómina.

Los menores, según han criticado los padres, han estado en condiciones "que no son en las que tienen que permanecer", valiéndose de los "favores" de un bar de las inmediaciones para poder calentar la comida y los biberones mientras que se mantenía el corte de la luz.