Una semana sin tomates en Argentina

  • Los precios han subido casi un 50% en 2007.
  • Piden que se fije un precio oficial.
  • Los mayoristas culpan a la meteorología de la mala cosecha.
  • Los consumidores están llamados a una semana de boicot.
El microchip contendría más detalles de los que ahora llevan las etiquetas.
El microchip contendría más detalles de los que ahora llevan las etiquetas.
EFE
El microchip contendría más detalles de los que ahora llevan las etiquetas.
En medio de polémicas sobre la inflación "real" del país, asociaciones de consumidores de Argentina han comenzado una semana de
boicot a la compra de tomates, cuyo precio acumula un alza del 49,4 por ciento en lo que va del año.
No pague más, evite la especulación
Bajo el lema "no pague de más, evite la especulación", el boicot apunta a que el Gobierno "garantice" el
precio oficial del kilo de tomates, de 3,99 pesos (1,25 dólares), frente a los 15 a 18 pesos (4,7 a 5,6 dólares) que cuesta en verdulerías y tiendas.

En Buenos Aires, la campaña comenzó con un acto en el barrio de San Telmo, en el centro histórico de la capital argentina, donde activistas de todas las asociaciones de consumidores del país regalaron a la gente un tomate y calcomanías con consignas contra el abuso en los precios.

La protesta está promovida por las asociaciones Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO), el Centro de Educación al Consumidor (CEC), la Asociación de Defensa de Usuarios y Consumidores (ADDUC), la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y Unión de Usuarios.

Las cadenas de supermercados chinos, a través de su patronal , se han sumado a la protesta y han retirado los tomate de las góndolas de venta en los 600 locales que tienen en todo el país.Los productores de tomates sostienen que ellos son los primeros perjudicados y que el precio del producto se disparó por una fuerte caída de la producción por las bajas

temperaturas y condiciones climáticas que echaron a perder los cultivos.

Mientras tanto el presidente de la Federación Empresaria de la provincia de Buenos Aires (FEBA), Raúl Lamacchia, señaló a través de un comunicado citado por Clarín que "los aumentos en los precios relativos se venían dando por presión de la demanda fruto del crecimiento".

Inflación bajo sospecha

La campaña de los consumidores coincide con renovadas denuncias de la oposición sobre la presunta manipulación a la baja de los indicadores oficiales de inflación, un asunto que está atizando la campaña para las elecciones presidenciales del 28 de octubre próximo.

El estatal Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), cuyos informes están bajo investigación judicial ante las denuncias de "maquillaje" de datos, señaló en su informe sobre la inflación de septiembre que el precio del tomate es de 3,99 pesos, cuando el precio real puede llegar hasta 18 pesos.

Desde mediados de año, un juez federal investiga la presunta manipulación a la baja de los datos del Indec, a raíz de denuncias de los trabajadores del organismo y dirigentes de la oposición.

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