Los jóvenes empiezan a adelantar su emancipación

  • El 43% de los madrileños menores de 35 están independizados, frente al 32% del año 2003.
  • Pero uno de cada tres treintañeros vive todavía con sus padres.
  • Cuéntanos: ¿Te has podido emancipar?
Marcos Losa, 24 años. (JORGE PARÍS).
Marcos Losa, 24 años. (JORGE PARÍS).
JORGE PARÍS
Marcos Losa, 24 años. (JORGE PARÍS).

Pese a los bajos sueldos y al precio de la vivienda, cada vez más jóvenes de la región deciden apretarse el cinturón para poder volar del nido.

En el primer trimestre de 2003, el 31,7% de los madrileños menores de 35 años vivían fuera del hogar paterno. A principios de este año, la tasa de emancipados antes de esa edad se había incrementado hasta llegar al 43,1%, según datos del Observatorio Joven de Vivienda, elaborado por el Consejo de la Juventud.

Fuentes de dicho organismo achacaron este fenómeno al "aumento del poder adquisitivo de los madrileños y a la mejora de las condiciones laborales de la mujer, que permite sumar un sueldo más al pago de la hipoteca". Pero, pese a la tendencia al alza, el Consejo de la Juventud hizo hincapié en que "todavía es muy preocupante que seis de cada diez jóvenes no puedan salir de casa".

El tirón de los inmigrantes

Aún menos optimista es Manuel Martín, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense: "La juventud se acaba a los 29 años, y a esa edad todavía hay muchas personas que no se han independizado. Quizá el aumento desde 2004 se deba a la llegada de inmigrantes, ya emancipados, con la regularización masiva".

Por tramos de edad, el 28,9% de los madrileños de entre 30 y 34 años seguían viviendo en el hogar familiar a principios de este año. Entre los 18 y 24 años, sólo el 12,7% han podido irse de casa; porcentaje que aumenta al 41,7% en el caso de los jóvenes de entre 25 y 29 años.

Para Martín, que muchos madrileños vivan con sus padres después de la treintena "no es un problema de los jóvenes, sino de la economía: no encuentran trabajo en lo que quieren y los planes de vivienda son insuficientes; los gobiernos deberían incidir en las condiciones laborales".

Imposible con un único sueldo

Irse a vivir solo, sin ayuda de una pareja, un amigo o un compañero de piso, es una misión casi imposible. Según el Observatorio Joven, una persona con un sueldo medio (es decir, 19.362 euros anuales en Madrid) destinaría el 81,7% de su salario a pagar una vivienda (en 2003, el esfuerzo era del 60% de las ganancias).

Con ayuda, el coste se reduce al 46,8% de este sueldo. El precio de la vivienda libre está por las nubes en la comunidad: 300.220 euros de media, según el Consejo de la Juventud. Los pisos protegidos, sin embargo, cuestan un tercio de ese precio: 108.670 euros de media.

Maneras de vivir

Alejandro Martín. vendedor, 30 años. "Sólo podría con un piso protegido". Alejandro, con 30 años, vive con sus padres y su hermano, de 34. «Mis amigos están como yo o hipotecados de por vida. La única posibilidad es acceder a un piso protegido». Cobra mil euros.

Marcos Losa. Vigilante de obra, 24 años. "Únicamente me da para alquilar". Marcos se indepen-dizó con 20 años, pero no puede meterse en una hipoteca: cobra 750 euros. "No me desagrada vivir de alquiler, pero cuando tenga familia será más difícil. Vivir solo te da madurez".

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