Para Ródenas, la pasión por plantar y regar en la Región fricciona con la falta de agua y la disponibilidad real para el regadío. Reconoce que en el resto de España "no se entienda nuestra cultura del agua", aunque defiende la importancia que tiene la Cuenca del Segura en el contexto nacional, pues supone el treinta por ciento de toda la producción nacional de frutas y hortalizas.

Por eso considera, que la solución más viable al déficit estructural con que cuenta esta cuenca pase por sacar adelante un Plan Hidrológico Nacional.

Sobre el mar Menor y la difícil situación que atraviesa, Ródenas exculpa de cualquier responsabilidad a la Confederación, porque -dice- "hemos hecho todo lo que está en nuestra mano", en referencia al sellado de las tuberías que vierten la salmuera a la desembocadura de la Rambla de El Albujón. A pesar de lo dura que es la medida, "se ha hecho con convicción porque es una medida que había que tomar".

Sobre la existencia y proliferación de desalobradoras ilegales en el campo de Cartagena, dice Ródenas que no puede dar cifras de las que hay, y asegura que "de las que tienen conocimiento han sido denunciadas y sancionadas", aunque reconoce que "no se puede llegar a todos sitios, porque es difícil su detección en propiedades privadas".

Igualmente, sobre las roturaciones ilegales de regadío, "son más de 300 las sanciones que se están tramitando, poniendo en marcha todos los trámites en cumplimiento de la Ley", y apela a la concienciación para evitar que el mar Menor sufra más agresiones.

El presidente, no ha querido entrar a valorar si se tiene miedo en esta región a los regantes, ante el caudal de votos que supone para los partidos políticos. Él -dice- no tiene miedo "porque tiene la conciencia tranquila de haber hecho todo lo que está en mi mano".

Para finalizar, el presidente del organismo de cuenca asegura que las relaciones con el Gobierno regional son normales "pese a lo que dicen por ahí".