María José Díaz-Aguado pide un pacto nacional educativo que cree "redes de cooperación" contra el acoso escolar

  • La catedrática de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) María José Díaz-Aguado ha pedido esta semana en Santander un pacto nacional educativo que cree "redes de cooperación" contra el acoso escolar entre todos los agentes educativos porque es necesario "si queremos proteger a la adolescencia".

Así, ha calificado de "imprescindible" este pacto y confía en que "ojalá" los políticos "entiendan cómo podemos tener el éxito educativo de Finlandia, que no es tanto buscar que ellos nos resuelvan nuestro problema, es usar las grandes herramientas de nuestra especie, que son pensar, formar, evaluar, utilizando nuestros propios recursos desde nuestras propias condiciones".

En una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su presencia en la 'XV Escuela de Psicología 'José German'. Psicología de la adolescencia. Sus riesgos y problemas' en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Díaz-Aguado ha incidido en que España, por ejemplo, "es pionera contra la violencia de género y Finlandia no".

"No hay estudios como los que hay en España en el que hayan participado 20.000 alumnos cada tres años. Y en violencia de género hay un consenso muy fuerte. Yo he hecho estudios para el gobierno socialista y para el gobierno del PP. El consenso que se consigue en ese tema se tendría que conseguir respecto a la escuela. Eso nos ayudaría a avanzar de forma espectacular", ha reivindicado.

Del mismo modo, ha opinado que "no hacen falta más cambios legislativos, pero sí creo que hacen falta mucho más medios para que, desde la escuela, desde otros contextos educativos y el conjunto de la sociedad, podamos colaborar para generar este cambio que la sociedad necesita y quiere".

"Porque a la escuela le pedimos que eduque para un mundo sin violencia cuando la violencia está formando parte de nuestra cultura, le estamos pidiendo que cambie la cultura", ha apostillado.

Al mismo tiempo, se plantea por qué España "no tiene un programa como Finlandia", un país en el que desde la universidad "se proporcionan herramientas de diagnóstico de la convivencia escolar, de detección de los casos de maltrato y formación al profesorado", cuando hasta el inicio de la crisis económica, a su juicio, en España "íbamos de forma muy paralela a los avances" del país nórdico.

Asimismo, ha recordado que el acoso "es un problema tan viejo como la escuela tradicional, como el modelo dominio-sumisión y la educación que transmite a los niños, especialmente a los chicos, que tienen que identificarse con el modelo de dominio, que tienen que aprender a someter a los demás", así como que las mujeres tienen que "someterse al dominio de otras personas, especialmente de los hombres con los que conviven en la esfera más íntima".

"Lo nuevo es que ahora queremos cambiarlo, que ahora lo detectamos. Lo nuevo es también que ahora (el 'bullying') se ejerce a través de las nuevas tecnologías, que agravan considerablemente el daño y la permanencia de ese daño", ha manifestado, al tiempo que ha añadido que cuando lo sociedad "toma conciencia" del problema y se toman medidas, "el acoso baja".

No obstante, ha comentado que "no sabemos a ciencia cierta, con datos rigurosos" si el 'bullying' "rebrota" pasado el "estado de alerta y preocupación", por lo que "no podemos bajar la guardia". "Si bajamos la guardia, el acoso puede volver a crecer. De hecho, ahora hay nuevos riesgos con las nuevas tecnologías", ha advertido.

"INFLUENCIA CRECIENTE DE INTERNET"

En este sentido, ha recordado que entre 2010 y 2013 "las nuevas tecnologías experimentaron un auge espectacular entre la adolescencia", y ha valorado que la comunicación vía redes sociales o Internet "puede ser muy buena, pero es más superficial, se presta a más engaños" que la comunicación "cara a cara", que es "más rica, más completa".

Igualmente, ha hecho mención a la relación entre el hecho de que un joven sea acosador y el "abuso" de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, ya que ha habido un aumento de la violencia de género entre los adolescentes por la "influencia creciente de Internet" -"sabemos que Internet da un elemento de fuerza a un potencial abusador para coaccionar, para amenazar", ha añadido-

y de los profesores varones, mientras que ha disminuido la del resto de indicadores, tal y como ha detallado Díaz-Aguado.

De este modo, ha precisado que según los datos de la Encuesta Nacional de Convivencia en los Centros Educativos del año 2013 -con respecto a la del 2010-, el porcentaje de jóvenes que afirman tener dificultades para relacionarse con chicas "ha bajado un 4 por ciento"; la edad media de la primera relación de pareja es cinco meses más temprano, lo que supone "un cambio espectacular"; el número de jóvenes que afirman ver a su pareja a diario "ha bajado más de un 20%"; y el de los chicos "insatisfechos" con su relación de pareja "ha aumentado un cien por cien".

"Todo encaja, es como un rompecabezas y al final te sale Internet", considera, aunque ha aclarado que "no hay datos" sobre el aumento del acoso escolar, por lo que se trata de una "atribución". Esto se ha producido, ha añadido Díaz-Aguado, pese a que "la escuela no bajó la guardia" porque el número de profesores que trata el tema "no bajó" y el de los adolescentes "permanece alrededor del 40 por ciento" entre 2010 y 2013.

TRANSMITIR AL "MATÓN" QUE "NO VA A CONSEGUIR PODER CON EL ACOSO"

Díaz-Aguado también ha remarcado en su presencia en la UIMP que tener amigos hace que baje la probabilidad de sufrir acoso y que "al matón hay que transmitirle que no va a conseguir poder y protagonismo con el acoso". Del mismo modo, ha hecho hincapié en que quienes sufren esta situación son "un chico o una chica que no se comporta como la mayoría".

De esta forma, ha advertido de que "el acoso castiga, sobre todo, a los que no encajan en los estereotipos", como el colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), los extranjeros, los niños superdotados o los discapacitados. Por ello, ha hecho hincapié en que hay que hacer "prevención del odio y la homofobia".

En este sentido, se muestra a favor de que la escuela "eduque en el respeto a la diversidad, esto es importantísimo", al tiempo que ha explicado que lo que los psicólogos defienden para los alumnos, también lo hacen para los profesores porque "no controlar la clase y la falta de amigos en el centro escolar es terrible" para el profesorado.

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