Solemos dormir cuando ellos están trabajando, cada día sin saber en qué consistirá exactamente su labor, algo que pretende retratar Policías en acción, el espacio de La Sexta producido por el Grupo Secuoya que acompaña a diferentes unidades de policía durante sus actuaciones. Este jueves (22.30 h) se estrena la cuarta temporada de este formato en el que el trabajo de los agentes de la Policía Nacional se pone al descubierto.

Durante los cuatro meses y medio en los que el equipo de Policías en acción ha acompañado a los agentes han grabado la actuación de la Policía en atracos, persecuciones, detenciones, contrabando de armas, peleas callejeras, operaciones antidroga, protección, vigilancia, investigación...

"Nos vamos a centrar en dos ejes fundamentales: mantener las virtudes del programa, como acompañar a las unidades de seguridad ciudadana y ver las historias que pasan en la calle; y por otro lado hemos incorporado unidades con las que no habíamos trabajado", explica el director del espacio, Alfredo Pérez. "Algunas de las historias las hemos intentado desarrollar hasta el final, desde que se comete el hecho delictivo hasta que se resuelve, hasta que la historia se cierra", menciona como novedad.

¿Cómo prepara la Unidad de Intervención Policial la cobertura de partidos de alto riesgo como el Atleti-Barça o el Real Madrid-Wolfsburgo? ¿Cómo atender y proteger a una víctima de violencia doméstica cuando esa persona no quiere admitir la agresión? Son dos de las preguntas que pretende responder esta temporada.

En el programa de este jueves una patrulla es alertada de que un varón ha atracado una farmacia con un arma de fuego. Tan solo unos minutos después, el atracador es visto por las cámaras de seguridad en una línea de metro. En el segundo programa una patrulla acude a una llamada por un robo con fuerza, mientras otra se enzarza en la persecución del coche de los sospechosos del robo.

Entrevista a Alfredo Pérez, director de 'Policías en Acción'.

¿Qué casos han sido los más destacados esta temporada?

Nos vamos a basar en dos ejes fundamentales: mantener las virtudes del programa que es acompañar a las unidades de seguridad ciudadana y ver las historias que pasan en la calle y por otro lado hemos incorporado unidades con las que no habíamos trabajado. Algunas historias las hemos intentado desarrollar hasta el final, desde que se comete el hecho delictivo hasta que se resuelve, hasta que la historia se cierra.

¿Alguna vez es monótono este trabajo?

No, una de las cosas que más nos gusta a todos es ver las historias de la gente y las situaciones que les pasan a los policías en la calle son muy surrealistas. Alguna gente está un poco pirada y es cierto el tópico de que la realidad supera la ficción.

¿Qué es lo que más le ha impresionado?

Hay gente a la que le gusta la acción policial de patada en la puerta, otros prefieren la parte humana en la que los policías son psicólogos además de policías... yo me quedo con la infinita paciencia que desarrollan los agentes en las intervenciones en la calle.

¿Qué hay en el material que han dejado fuera?

Historias que pueden ser repetitivas o que no tienen calado. También algunas cosas sobre las que había una orden judicial de secreto de sumario y que no podíamos emitir.

¿Ha cambiado su opinión sobre la policía a raíz del programa?

Absolutamente. La imagen que tenemos de la policía es con cierta distancia y en los últimos años la de las unidades de los antidisturbios. Yo he aprendido que los policías tienen una paciencia infinita, a veces tienen que ser psicólogos, abogados, atender sanitariamente en primera instancia...

¿Hay naturalidad?

La adrenalina cuando ponen la sirena hace que la haya. Están muy concentrados en lo que está pasando y en lo que están haciendo porque no saben cuándo va a haber peligro. Ellos llevan la GoPro o las gafas de grabación y tienen libertad de movimientos. En muchos momentos ni se dan cuenta de que se está grabando. El equipo está en un segundo término, como espectadores, siempre tres pasos por detrás.

¿Ha mejorado la relación entre policía y el equipo con el paso de las temporadas?

Sí, hemos establecido una confianza con ellos porque trabajamos con respeto y sentido común.

¿Hay situaciones de peligro?

De peligro, no, pero hay situaciones tensas. En operaciones potentes con los grupos especiales ellos van primero, despejan la escena de actuación y luego entramos nosotros. En la calle te puedes ver expuesto a un puñetazo, a un insulto... pero más allá de eso no.

¿Hay cercanía con los agentes?

Sí, las redactoras que salen, por casualidad son todo chicas, pasan muchas horas con ellos. Pueden estar un turno completo de 8 horas en la que pasen muchas cosas o una noche en la que no entre ninguna llamada y estén cuatro personas metidas en un coche ocho horas. Se crea una amistad. Si se hiciera un reality de la relación entre los policías y los periodistas sería hasta divertido. Ellos actúan con mucha humanidad, con la palabra. Se podría hacer un making off.

¿Hay sitio para la risa?

Hubo una intervención en la que se recibió una llamada tras la que se montó un despliegue de la leche, con Samur y bomberos y resulta que era sólo un gato encerrado en su casa. Y acabas con unas risas.

¿Echa de menos salir a la calle?

Totalmente, en mi carrera he estado mucho en la calle y se echa de menos.