Las grandes diferencias en la manera de ver de los seres vivos

  • El Museo de Historia Natural de Londres presenta una exposición sobre el desarrollo del sentido de la vista en los seres vivos.
  • La muestra permite experimentar las distintas formas de visión de las especies y las maneras nunca idénticas de percibir el espectro de colores.
  • Los científicos de la institución reconstruyen al Anomalocaris, el primer predador que, hace 15 millones de años, desarrolló la capacidad ver y distinguir colores.
Los ojos de una 'gamba mantis'
Los ojos de una 'gamba mantis'
© The Trustees of the Natural History Museum, London © Atlantic-Productions
Los ojos de una 'gamba mantis'

Hasta el periodo geológico-temporal del Cámbrico, hace más o menos 541 millones de años, las primitivas formas de vida que poblaban la Tierra carecían del sentido de la vita, eran organismos ciegos. A partir de la llamada explosión cámbrica —hace unos 530 millones de años— surgieron organismos complejos y multicelulares que diversificaron el panorama de manera drástica. Fue una explosión de formas, colorido y comportamientos.

Los científicos del Museo de Historia Natural de Londres han recreado, a partir de un fósil, la forma de uno de los primeros predadores con ojos y un sentido de la vista desarrollado. Es el Anomalocaris (gamba extraña), un organismo de entre 60 centímetros y un metro de largo y rasgos llamativos como brazos armados con espinas para llevar la comida a la boca, hileras de dientes serrados para triturar el alimento y ojos compuestos, con una estimación de hasta 30.000 lentes.

La gigantesaca 'gamba extraña'

Esta criatura, realmente gigantesca para su época, era el gran predador del planeta y estaba situado a la cabeza de la cadena alimentaria cámbrica. El primer fósil completo fue descubierto en 1892 en territorio del actual Canadá. Pese a su espectacularidad, la gamba extraña no es demasiado conocida en la cultura popular. La excepción proviene de Japón: el pokemon Anorith está basado en el Anomalocaris.

El prehistórico animal es una de las estrellas de la exposición Color and Vision - Through the Eyes of Nature (Color y visión - A través de los ojos de la naturaleza), que el mueso programa entre el 15 de julio y el 6 de noviembre como principal oferta para la temporada de verano-otoño. Se trata de una muestra sobre el desarrollo del sentido de la vista en los seres vivos que permite experimentar las distintas formas de visión de las especies y las maneras nunca idénticas de percibir el espectro de colores.

Ojos como bolas de billar

Los investigadores del museo subrayan en un artículo sobre el Anomalocaris que fue el primer ser vivo sobre la Tierra capaz de ver en "alta definición" gracias a sus poderosos ojos, del tamaño de bolas de billar, compuestos por lentes hexagonales capaces de proporcionar una imagen en tres dimensiones y de perfecta calidad. El examen con microscopios electrónicos revela que la superficie esférica de los órganos de visión de esta especie llegaban a disponer de una cantidad increíble de 30.000 lentes. Solamente una criatura viva ha llegado a esa cantidad: la libélula, dotada del más complejo y preciso sistema de visión de toda la naturaleza.

La exposición da una idea de por qué los seres humanos y otros animales perciben el mundo de manera diferente y cómo el color cambia las formas de las especies y les permite adoptar matices sigilosos para sobrevivir. La muestra incluye el análisis de llamativos pájaros, escarabajos y mariposas de tonos metálicos iridiscentes, pigmentados desde hace millones de años con los mismos colorantes encontrados en fósiles.

Una 'pared de ojos' con redes sociales

La gran diversidad de ojos y sistemas oculares de los vertebrados se muestra en una pared de ojos, con más de un centenar de globos oculares de todo el reino animal, seleccionada a partir de la gran colección del museo. Para añadir participación pública, la pinacoteca invita a compartir fotos en redes sociales de ojos y usar las etiquetas #MyEye y #ColourAndVision para componer en tiempo real en el museo una segunda pared con primeros planos de globos oculares.

Una gran torre de cinco metros de altura, compuesta por notables ejemplos de las gamas y tipos de color en la naturaleza, se alza en el centro de la muestra. Está montada con escarabajos-joya, mariposas, aves, peces, reptiles y conchas marinas. La artista Liz West presenta también una instalación que permite a los visitantes componer combinaciones de color personalizadas mediante el uso de siete prismas de vidrio con los todos los tonos del arco iris.

La genética de la pigmentación

"El color es tan fundamental para la forma en que vemos el mundo que es difícil imaginar la vida sin él, pero el mundo sin cromatismo existe para muchos animales, incluso para algunos que tienen ojos y pueden formar imágenes. Los científicos del museo hemos investigado en fósiles y registros genéticos para documentar los primeros ojos, reconstruir la evolución de la visión del color y aprender sobre los genes que producen pigmentos", explica Greg Edgecombe, investigador del museo y experto en la evolución de la visión.

El director de la pinacoteca, Michael Dixon, recuerda que la evolución del ojo fue uno de los desafíos clásicos con los que tuvo que enfrentarse Darwin para probar la teoría de la selección natural. "Esta exposición revela el trabajo pionero en la biología evolutiva impulsado por el reto de Darwin. La evolución del color, ligado a la evolución de la vista, tiene un impacto fundamental en la supervivencia y la diversidad de la vida en la Tierra e influye en el mundo que los seres humanos creamos, desde el diseño y la moda hasta incluso nuestra elección de compañeros. La evolución no se limita a hablar sobre el pasado, sino sobre nosotros mismos y nuestro futuro", dice.

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