El hombre de nacionalidad rumana que se prendió fuego frente al edificio de la Subdelegación del Gobierno de Castellón el pasado 4 de septiembre murió ayer en el hospital La Fe de Valencia, donde permanecía ingresado desde entonces. Fuentes del centro sanitario informaron que el hombre, quien había sufrido quemaduras en el 70% del cuerpo y se encontraba en estado crítico, falleció cerca del mediodía. Se quemó a lo bonzo delante de su mujer y de sus dos hijos para protestar por la situación económica de su familia en España y porque quería que le dieran dinero para viajar a Rumanía. A principios de esta semana, su mujer y los dos niños (por decisión de ella) regresaron a su país. Ahora, fuentes de la Conselleria de Bienestar Social contactarán con ellos para comunicarles el fatal desenlace.