Un día metió toda su vida en una maleta y puso rumbo a Madrid para estudiar Comunicación Audiovisual. Pero por esas cosas extrañas que a veces tiene el destino un cartel que vio en el metro lo truncó todo. Se trataba de una escuela de artes escénicas que ofertaba cursos. Le picó el gusanillo, se apuntó y en tercero dijo adiós a la carrera. «Del arte no se come», le decían en su casa, pero Mariam Hernández no quería arrepentirse de no haberlo intentado. Y no le va nada mal: cine, televisión (fue uno de los rostros más conocidos de la serie Gym Tony), teatro, radio... Como bien dice, ella se «apunta a un bombardeo». Disfruta con lo que hace, le gusta y eso se nota.

Parece que 2016 pinta muy bien para Mariam Hernández.

La verdad es que estoy muy contenta. Tengo tres películas pendientes de estreno: Vientos de la Habana, de Felix Viscarret, que se ha rodado en Cuba; Noctem de Marcos Cabotá y que se realizó en México y En zona hostil, una superproducción bélica dirigida por Adolfo Martínez.

¿Qué tal la experiencia de rodar en México y Cuba?

Una maravilla porque me ha dado la oportunidad de trabajar en otro país y además he podido conocer a la gente de allí de una manera muy cercana. En Vientos de la Habana interpreto el papel de una cubana y me llevaron antes para que aprendiese a hablar con el acento de allí. ¡Un lujo! Lo recuerdo y se me pone la piel de gallina.

¿Se nota alguna diferencia desde que el Gobierno cubano y el de EEUU han reanudado las relaciones?

Había estado en la isla doce años atrás y la diferencia es brutal. Se notan los cambios y, a mi modo de ver, hay más apertura en algunos temas, pero también censura en otros.

¿Abandonarías Madrid por una aventura al otro lado del charco?

¡Por supuesto! Me encanta viajar; cambiar de ciudad; de país… me gusta conocer gente y otros lugares. No tengo miedo, la verdad. Pero cuando tu carrera empieza a despuntar en un sitio es complicado irte porque dices ‘¿cómo voy a marcharme? A ver si resulta que no voy a trabajar ni en un sitio ni en otro’.

Icíar Bollaín comentaba en una entrevista que hay pocas mujeres haciendo cine y que eso debería cambiar. ¿Cómo ves el papel de la mujer en la industria?

Todavía es una industria en la que predomina más el mundo masculino. El papel de la mujer sigue siendo complicado y sinceramente me gustaría que la situación fuera otra. Parece que nosotras a partir de una edad no tenemos historias que contar y las tramas se centran en hombres, con mujeres muy jóvenes. Cuando una actriz tiene más de cuarenta años le resulta complicado trabajar y esto es real. ¿Me preocupa? Por supuesto, porque soy actriz y también voy cumpliendo años. Creo que la edad madura de la mujer es muy interesante y nos lo estamos perdiendo.

En EEUU hay un movimiento de actrices que reclama los mismos sueldos que los de sus homólogos masculinos. En España, ¿es necesario hacer algo así?

En España no creo que tengamos esa diferencia con los sueldos. Yo no lo he notado la verdad, pero también es cierto que hago más televisión que cine.

Todavía hay gente que dice: ‘Voy a hacer teatro, nunca una serie’. Parece que lo que da caché es sólo el teatro y los proyectos underground.

Creo que eso es más un mito porque todos queremos hacer series y vivir de esto. Lo underground está muy bien, pero no nos engañemos porque al final todo el mundo quiere pagar el alquiler. Se prejuzgan las cosas y se critica lo que en el fondo nos gustaría hacer. El actor Miguel Rellán me lo decía: «No hay proyectos ni buenos ni malos, lo importante es trabajar». De cada proyecto se aprende, cada proyecto es importante y ningún personaje es pequeño.

¿Cuál es tu zona de confort como actriz?

Me llaman más para hacer comedia, pero el drama me gusta mucho. Realmente, no es tanto un género en concreto lo que me hace sentir cómoda, sino el proyecto en sí. Hay personajes que son auténticos regalos.

Al margen de la interpretación, también presentas ‘Gamers’ en MTV.

Se trata de un docureality sobre los deportes electrónicos que gira en torno al equipo de ‘League of Legends’ G2. Los eSports mueven cifras millonarias y ahora mismo, se gana más dinero con los videojuegos que con el cine y la música. Hay chavales que viven profesionalmente de esto y son considerados como deportistas de élite. Una pasada.

Y llevas dos años en radio.

Sí, estoy en los 40 Principales como colaboradora deportiva de Dani Mateo en Yu: No te pierdas nada. Tengo la sección fit y en ella abordamos el deporte con humor.

La lista de deportes que practicas parece interminable. ¿Cuál te falta por probar?

Un par de ellos (risas), pero son mezclas como el snowboard con una cometa de kitesurf. Me encantaría probarlo, pero en un terreno llano que no soy muy kamikaze (risas). Los deportes de riesgo me gustan, pero soy bastante cuidadosa porque no dejo de ser consciente de cuál es mi profesión.

Desde que eres conocida, ¿sientes que has tenido que cambiar algunos hábitos?

Sí, y es algo a lo que me cuesta acostumbrarme. Si me apetece hacer top less sólo puedo en determinados lugares o tener que cuidar un poco más la forma en que salgo vestida a la calle. Antes me ponía un chándal y tiraba (risas).

Algunas compañeras de tu profesión reconocen que se sienten saturadas por los contenidos que se publican sobre su vida privada.

En mi caso, reconozco que no he vivido un acoso de la prensa extremo. La gente me reconoce por la calle, me pide fotos, autógrafos o simplemente se me quedan mirando, pero son siempre muy respetuosos. Estás bastante expuesta, pero es muy bonito cuando el público ve los proyectos en los que tú sales.

¿Dónde pasarás el verano?

No lo sé porque estoy pendiente de un proyecto… ¡Pero me gustan tantos sitios! Costa Rica, Zanzíbar… siempre destinos de playa. Una escapada a Fuerteventura sí que haré para ver a mi familia y amigos.