Pinazo, que nació en Valencia el 11 de enero de 1849 y murió en Godella (Valencia) el 18 de octubre de 1916, fue pensionado de pintura por la Diputación de Valencia tras ganar la oposición a la plaza en Roma el 7 de septiembre de 1876.

El reglamento de estas oposiciones establecía una duración de tres años con una dotación de 3.000 pesetas por cada ejercicio. Asimismo, sus bases señalaban que el premiado contraía la obligación de remitir a la corporación provincial, en cada uno de los dos primeros años de pensionado, varias academias del antiguo y del natural dibujadas, así como estudios de colorido, ha explicado la institución.

Igualmente, ha comentado que transcurrido el primer año de pensionado, Pinazo realizó su primer envío reglamentario desde Roma el 13 de octubre de 1877. En el tercer año, como término de la pensión, el pintor debía entregar un cuadro de historia cuyo tema era asignado por un tribunal y que fue 'El Rey Don Jaime en el lecho de muerte entregando la espada a su hijo Don Pedro'. Ignacio Pinazo no remitió este trabajo hasta el 31 de agosto de 1881.

La restauración de los dibujos, academias del natural, que este autor remitió a la Diputación de Valencia durante los años que permaneció como pensionado en Roma la ha llevado a cabo el Laboratorio de Restauración de Patrimonio Artístico Mueble de esta entidad con el fin de "restablecer un adecuado estado de conservación".

Estas academias, realizadas con grafito y carbón sobre papel, se encontraban deterioradas debido no sólo al envejecimiento propio de los materiales, sino también a las consecuencias producidas por antiguos montajes y enmarcados inapropiados, así como por agentes como la luz, la humedad excesiva y la acción de insectos xilófagos, ha detallado la institución provincial.

Por otro lado, ha destacado que al iniciar el tratamiento de los trabajos de restauración, liberando los dibujos de sus antiguos montajes, los técnicos del Servicio de Restauración encontraron en el reverso de varios de los trabajos una "sorpresa" ya que "algunos dibujos contenían en su parte trasera bocetos, grafismos e, incluso, otras academias más elaboradas y muy probablemente realizadas también por el artista".

El tratamiento de restauración se aplicó en esos casos atendiendo de igual modo a los dibujos de ambas caras. Para su montaje final, se diseñaron carpetas de conservación que permiten enmarcar las obras quedando a la vista tanto los dibujos entregados y firmados por Pinazo, como los realizados en la parte trasera del soporte.

LABOR DE MECENAZGO

El patrimonio artístico que atesora la Diputación de Valencia está muy ligado a las pensiones de Bellas Artes que otorgaba y que permitía una formación artística de jóvenes promesas, ha resaltado la institución.

El origen de estas ayudas se remonta a un acuerdo de pleno de la Diputación de Valencia por el que en la sesión del 3 de febrero de 1863 se crearon con carácter permanente estas pensiones, que ofrecían soporte material a jóvenes artistas que tenían la posibilidad de salir de Valencia y conocer en directo las obras artísticas y completar la formación que marcaría su trayectoria, ha señalado la corporación provincial.

Francisco Domingo Marqués, José Benlliure, Ignacio Pinazo y Joaquín Sorolla son algunos de los artistas que fueron pensionados en la modalidad de pintura por la Diputación de Valencia en la segunda mitad del siglo XIX.

Los ejercicios realizados en las oposiciones para obtener la beca y los envíos reglamentarios de los pensionados a la institución provincial forman parte del gran patrimonio artístico de la Diputación de Valencia. En el Archivo General y Fotográfico de esta corporación se conserva el patrimonio documental, formado en este caso, por los expedientes de cada uno de los pensionados.