La unión de cuatro espléndidas colecciones consigue mostrar 400 obras maestras surrealistas

  • 'Encuentros surrealistas', en las Galerías Nacionales de Escocia en Edimburgo, agrupa lo mejor de la vanguardia que predicaba el abandono de la razón.
  • La muestra, una de las más atractivas del verano, está coorganizada por otras dos pinacotecas europeas, a las que viajará tras el estreno.
  • Hay piezas notables de Dalí, Miró, Magritte, Carrington, De Chirico, Breton, Ray, Picasso, Ernst, Tanning, Tanguy, Fini, Duchamp, Delvaux...
  • Los 40 cuadros más notables de la exposición.
'El modelo rojo', de René Magritte
'El modelo rojo', de René Magritte
Collection: Museum Boijmans Van Beuningen, Rotterdam (Formerly collection of E. James), Rotterdam Museum Boymans-van Beuningen Foundation 1979
'El modelo rojo', de René Magritte

A punto de atravesar la delicada frontera de los cien años, el surrealismo, término que usó por primera vez el poeta Guillaume Apollinaire en 1917 —escribió con entusiasmo en un humilde programa de mano que estaba naciendo un "espíritu nuevo" de integración creativa que traería "cambios profundos en nuestras artes y costumbres a través de la alegría universal— y que desarrollaron unos años después como estrategia de abandono de la racionalidad y entrega a la pasión subconsciente una serie de personajes nucleados por André Bretón, parece bastante entero frente al juicio de la historia.

La exposición Surreal Encounters - Collecting the Marvellous (Encuentros surrealistas - Coleccionando lo maravilloso) se vende, precisamente, con una cita de Breton —"No tengamos pelos en la lengua: lo maravilloso es siempre bello; nada maravilloso es bello; de hecho, sólo lo maravilloso es bello"— que suena a antipoema o broma de humorista cultural. Pero la cita artística, una de las más suculentas de este verano en Europa, no tiene nada de broma: 400 obras surrealistas que se exponen en las Galerías Nacionales de Escocia en Edimburgo desde el 4 de junio hasta el 11 de septiembre.

Cuatro grandes mecenas

La reunión de piezas maestras de casi todos los grandes artistas que bebieron del surrealismo durante las décadas de los años veinte y treinta del siglo XX es posible por la unión de cuatro de las mejores colecciones de arte del movimiento. Se trata de las antologías personales del historiador y poeta Roland Penrose (1900-1984); el artista, noble y millonario Edward James (1907-1984); la jugadora de golf, astróloga y también millonaria Gabrielle Keiller (1908-1995), y el matrimonio alemán de mecenas e industriales de Ulla y Heiner Pietzsch

La exposición aprovechará para explorar las "pasiones y obsesiones que llevaron a la creación de cuatro colecciones muy diferentes pero unidas entre sí por una red de enlaces y conexiones fascinantes", compuestas por obras de alto nivel y consagradas por entero al dadaísmo y el surrealismo. Este movimiento, nacido del barro primordial del primero y de la aplicación de las teorías freudianas del subconsciente, los sueños y los universos paralelos, es considerado como "uno de los más radicales del siglo XX", por "desafiar las convenciones a través de la exploración de la mente subconsciente, el mundo onírico y las leyes del azar". Casi un siglo después de sus primeras manifestaciones, añaden desde el museo, la influencia del surrealismo en nuestra cultura "sigue siendo siendo muy fuerte".

Después, a Hamburgo y Róterdam

Coorganizada por tres pinacotecas públicas europeas, después del estreno en Edimburgo, Surreal Encounters viajará a los otros dos museos implicados:la Kunsthalle de Hamburgo (Alemania) —del 7 de octubre al 22 de enero de 2017— y el Boijmans Van Beuningen de Róterdam (Holanda) —donde se titulará Locos por el surrealismo (11 de febrero al 28 de mayo de 2017)—.

En cartel habrá obras tan conocidas como un par de piezas de Dalí: The Great Paranoiac (1936), donde el heterodoxo artista español desarrolló por primera vez su método crítico-paranoide, y Lobster Telephone(1938), un encargo de su amigo, el poeta y mecenas James antes citado.

Destacan también Two Sisters (1915), de Giorgio de Chirico; Pietà or Revolution by Night (1923) y Dark Forest and Bird (1927), de Max Ernst, y The Magician's Accomplice (1926) y Not to be Reproduced (1937) de René Magritte, el retrato de espaldas de (otra vez) James, que se encargó de repartir su fortuna ayudando a amigos artistas, reflejado, también de espaldas, en un espejo.

Ayuda en tiempos complicados

También se exhiben obras de Joan Miró, Leonora Carrington, Breton, Man Ray, Pablo Picasso, Francis Picabia, André Masson, Dorothea Tanning, Yves Tanguy, Leonor Fini, Marcel Duchamp y Paul Delvaux. Hay, además de pinturas, grabados, dibujos, libros de artista y materiales de archivo que trazan la importancia e intimidad de los mecenas propietarios de las colecciones con los surrealistas, a los que encargaron piezas o simplemente pagaron la manutención en tiempos complicados.

El comisario de la exposición en Edimburgo, Keith Hartley, quien director adjunto del museo declara: "El arte surrealista ha capturado la imaginación del público como ningún otro movimiento del arte moderno. La misma palabra 'surrealista' se usa para describir todo lo que es maravillosamente extraño, tal como proponía André Breton, el principal teórico del surrealismo".

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