La abstención es la vía más directa para hacer fracasar la consulta, que se celebrará el 12 y 13 de junio, ya que la ley establece que para que el plebiscito sea válido al menos deben acudir a las urnas la mitad más uno de los ciudadanos con derecho al voto.

Benedicto XVI dirigió su mensaje a los obispos de toda Italia, reunidos en asamblea, al recordarles su compromiso "para iluminar la elección de los católicos y de todos los ciudadanos en el inminente referéndum sobre la fecundación asistida", con una referencia expresa a la defensa de la vida y de la familia.

El Tribunal Constitucional aceptó en enero pasado que se convocase una consulta sobre cuatro puntos de la ley que en su día fue aprobada con los votos de parlamentarios católicos de la oposición, pero rechazó que se hiciera extensiva a todo el texto.

Catalogada de "muy conservadora" por los partidos y personalidades que impulsaron

Los puntos aceptados por el Constitucional para que se voten el 12 y el 13 de junio se refieren a la obligación de crear en probeta un máximo de tres embriones, a los límites para la investigación experimental, a los derechos del concebido y a la prohibición de la llamada fecundación heteróloga.

En pleno debate previo a la consulta, el Papa abogó hoy, como tantas otras veces, por la defensa de la vida y de la familia, pero con una alusión directa al referéndum y al papel de la Iglesia católica como guía de los votantes.

Tras recordar a los obispos su compromiso con lo que se vota en la consulta, Benedicto XVI les dijo que "un ser humano no puede nunca ser reducido a un medio, sino que es un fin, como enseña Cristo y como dice la razón humana". Luego puntualizó que "no trabajamos por intereses católicos, sino para el hombre, criatura de Dios" y remarcó que la defensa de la familia "es una cuestión neurálgica que requiere la mayor atención pastoral".

En el caso de Italia, añadió, el país "está expuesto en el actual clima cultural a muchos riesgos y amenazas que todos conocemos; a la fragilidad de las uniones se suma la tendencia a contestar el carácter único del matrimonio entre hombre y mujer".

Las palabras de Benedicto XVI subrayaron las pronunciadas previamente por el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), el cardenal Camilo Ruini, quien se pronunció abiertamente a favor de la abstención en el referéndum.

Tanto la intervención del vicario de Roma como la del Pontífice fueron muy criticadas por los promotores de la consulta y partidarios del "sí" para derogar los cuatro puntos a votación, con los radicales de Marco Panella y Emma Bonino a la cabeza.

"Estamos ante una ofensiva sin precedentes que apunta a poner a la democracia italiana bajo el control del Vaticano", dijo el secretario general del Partido Radical, Daniele Capezzone.

Los partidarios de que fracase la consulta defendieron, sin embargo, la intervención de Benedicto XVI, e incluso la aplaudieron, como hizo el ministro de las Reformas y dirigente de la Liga Norte, Roberto Calderoli.

La fecundación asistida en España

El Consejo de Ministros aprobó una nueva ley de reproducción asistida en España hace apenas unas semanas, la cual ha eliminado la limitación en el uso para la investigación de los preembriones sobrantes de los procesos de fertilización. También se aumenta el número de preembriones que podían ser implantados en cada mujer, que hasta ahora era, como en Italia, de tres.

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