El escrito de acusación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que sobre las 12.30 horas del 10 de agosto de 2015, la víctima, acompañado de su novia, se encontró, en las inmediaciones de un instituto de Albacete, con un menor de edad, con el que entabló una discusión.

Tras ésta, el menor le dijo al joven "por mis muertos que van a ir a tu casa y te van a matar". Ese mismo día, sobre las 13.40 horas, cuando la víctima y su novia regresaban a la casa de éste, le estaban esperando el acusado, que era tío del menor anterior, con éste.

Al bajar del vehículo de su pareja, el menor y el acusado se dirigieron hacía él y éste último le dijo "qué pasa, que te vas a cargar a mi madre, que te has cagado en mis muertos" a la vez que sacaba una navaja de grandes dimensiones que portaba y, abriéndola, intentó pincharle a la altura de la barriga, pero la víctima lo esquivó.

Al tiempo que le intentaba agredir, el acusado le amenazó diciéndole "estas muerto", pero el joven salió corriendo, perseguido por el procesado y por el menor que no lograron alcanzarlo.

Al darse cuenta de que había dejado sola a su novia, y pensando que los agresores ya no estarían allí, regresó al lugar, pero fue agredido por el menor, que le propinó varios puñetazos que le hicieron quedar aturdido.

Mientras era sujetado por éste, el acusado, "con ánimo de causarle la muerte", le propinó un navajazo en el abdomen, teniendo la víctima que sujetarle la mano para evitar que el procesado moviera la navaja hacía arriba y de esta forma hacer más grave la herida.

Cuando logró separarse, el joven se colocó la mano en la barriga y, al comprobar que sangraba abundantemente y que incluso "se le veían las tripas", saltó la valla de la parcela de su casa para pedir ayuda y evitar que continuara la agresión.

Cuando la novia vio que el acusado apuñalaba a su pareja, le empujó para evitar que repitiese la agresión, y agarró al menor de la camiseta para que no huyera, pero el acusado le puso la navaja en el cuello y le dijo "o lo sueltas o te la clavo", dándose el procesado y el menor a la fuga.

Como consecuencia de estos hechos, la víctima, de 19 años en ese momento, resultó con lesiones consistentes en herida incisa de unos 4-5 centímetros de longitud a nivel infraumbilical de las que curó a los 15 días, cuatro de ellos hospitalizado, y le ha quedado una cicatriz como secuela.