Jóvenes alumnos de segundo curso del IED Barcelona Escuela Superior de Diseño han ideado distintos prototipos de productos fruto del reciclaje de las redes de pesca fantasma en colaboración con la Agència de Residus de Catalunya (ARC). Las redes fantasma o ‘ghost nets’ es el nombre que se les da a las redes de pesca que flotan a la deriva contaminando los mares.

Las ‘ghost nets’ se están convirtiendo en un problema ambiental de primer orden en las costas catalanas. Una vez en el agua, el plástico se degrada y se fragmenta en trozos cada vez más pequeños que entran en la cadena alimentaria de los peces. También los corales, peces o tortugas pueden quedar atrapados en estas redes fantasma que, aparte del grave impacto ambiental que generan, crean problemas en la industria pesquera.

El reto de este proyecto interdisciplinar para los alumnos del IED Barcelona ha sido crear un producto que sea capaz de generar un triple beneficio: social, económico y ambiental. Ioana Crasovan y Sonja Jaqueline Hird, estudiantes de Business Design y Diseño Gráfico respectivamente, han ideado ‘Ocean Edition’, un prototipo de tapón de botella de vino reutilizando las redes de pescar.

"Se nos ocurrió la idea pensando qué podía combinar mejor con el pescado, que es por lo que se utilizan las redes", explica Ioana a 20minutos. Para ello se han fijado en La Festival, una tienda de vinos catalanes, vecina del barrio de Gracia de Barcelona, que vende vino ecológico a granel. Un producto de proximidad que el cliente puede rellenar por un precio económico. "Así reintegramos las redes de pesca recicladas en un producto que ya tiene una vida muy larga, como es la botella de vidrio, que pretende ser reutilizada muchas veces", comentan.

Un aspecto interesante del modelo de negocio de ‘Ocean Edition’, es que también incluye la construcción de las máquinas para fundir el plástico de las redes de pescar, con muy poco impacto ambiental, y la incorporación de presos como mano de obra. "La construcción de las máquinas a mano es tan sencilla y económica que incluso hay tutoriales en Internet", explica Jaqueline a 20minutos, "He trabajado en otros proyectos con presidiarios y su retribución se puede reflejar en la reducción de la pena o en la mejora de sus condiciones dentro de la cárcel. El coste se reduciría y el cliente experimentaría la responsabilidad social de colaborar con este colectivo".

El tapón de botella de vino, ‘Ocean Edition’, ha sido fabricado en la propia escuela de diseño y no está en el mercado. Pero las alumnas se han puesto en contacto con La Festival para intentar comercializar el producto, un proceso que, de momento, sigue abierto.

Gracias a la gestión de Ports de la Generalitat y la Federació Nacional Catalana de Confraries de Pescadors, cada puerto dispone de un contenedor para que los pescadores depositen las redes. El contenedor se transporta a un gestor autorizado que selecciona y elabora las balas o fardos con los diferentes tipos de plástico para, posteriormente, fabricar nuevas redes, cuerdas para el cultivo del mejillón o hilo de nylon con el que poder confeccionar prendas de ropa. La clave es conseguir que los pescadores depositen voluntariamente las redes en los contenedores y no las abandonen en el mar.

Los estudiantes del IED Barcelona se desplazaron al puerto para conocer de primera mano los pescadores: protagonistas y, a la vez, beneficiarios de sus proyectos. Quisieron conocer su día a día y los problemas de la profesión. "De esta forma, hemos averiguado algunas de sus necesidades y cuáles pueden ser los incentivos para que colaboren con la campaña medioambiental para la recogida de redes de pesca", explica a 20minutos Ana María Valdivieso estudiante de Diseño de Producto en el IED Barcelona.

Ella y su compañero de Diseño de Interiores, Sergi Pérez, han ideado ‘NetSun’, unas gafas de sol producto del reciclaje de las redes, las cuales proponen repartir entre los pescadores para protegerlos de los efectos nocivos del sol. "Al fundir distintos tipos de redes nos dimos cuenta que el material resultante, que es con el que hemos hecho el prototipo de las gafas, es flexible, duradero y resistente a los golpes, al agua y al sol", comenta Sergi.

No es la primera vez que la Agència de Residus de Catalunya colabora con el IED Barcelona en el ámbito de la promoción del ecodiseño. Pilar Chiva, directora del Área de Prevención y Fomento del Reciclaje de la ARC, explica a 20minutos: "el proyecto tenía como objetivo sensibilizar a los futuros diseñadores respecto al uso de materiales reciclados en el diseño de nuevos productos".

Según Oriol Guimerà, el Director de Desarrollo del área de Diseño en IED Barcelona, existe un interés estratégico en reforzar vínculos con instituciones que se preocupan no sólo en enriquecerse  sino, a través de la creatividad y del diseño, resolver problemas que las fórmulas más tradicionales no se han podido solucionar: "Procuramos que los alumnos entiendan que el diseño puede ayudar a cambiar el mundo".