"Hemos hecho una serie en la que explicamos en realidad qué son los dragones: partes de animales que la gente teme unidas en un solo animal. Los dragones son los miedos de la gente", explica el aventurero y presentador Frank Cuesta, que regresa este domingo a Discovery Max (21.30 h) con su programa Wild Frank.

Pero no habrán grabado miedos...

A la vez, hemos encontrado dragones. No sólo el dragón de komodo, sino otros como un lagarto que vuela, que tiene alas, hemos grabado un dragón volando. Un dragón auténtico.

Y cuando consigue esas imágenes... ¿cómo se siente?

Mola. Yo tenía controlado dónde se encuentran esos dragoncitos, pero el equipo no y fue curioso verles cómo se quedaban alucinados verlos volando de un árbol a otro, de ver un dragón real.

¿Cómo ha sido grabar en NY?

La gente se piensa que vivo metido en un árbol pero yo vengo del tenis y he recorrido todo el mundo como jugador y como entrenador. Nueva York lo conozco como la palma de mi mano.

¿Y es cierto que es una jungla de asfalto?

Es una jungla porque hay mucha gente diferente. La multiculturalidad de las ciudades grandes las convierte en selvas porque hay muchas especies diferentes.

En Madrid también habéis grabado...

Hemos estado viendo cuadros en los que hay dragones. Normalmente se les representa como si fuera el diablo, la parte mala.

Y sin embargo hay adoración por ellos.

En Asia sobre todo. Allí es un animal respetado que te trae buena suerte. Se les venera por eso.

Los dragones de Komodo no impresionan como los de las películas, pero sí son peligrosos.

Pasa como con todos los animales: si les tocas los huevos, al final se enfadan, pero todos los animales y sobre todos los reptiles, son muy tranquilos. Los dragones de Komodo son muy poderosos y saben que no vas a ir a darles un abrazo, saben controlar las distancias.

¿Le queda algún bicho por mostrar?

Muy poquito, muy poquito. Lo único que me queda es buscar al hombre de las nieves. Empezamos a tener fecha de caducidad.

¿Y qué hay después?

Proyectos siempre hay, pero acabamos de grabar en Australia y hay que ver qué pasa. De momento voy a estar tranquilo unos meses.

Tu equipo las ha pasado canutas, con fiebres, infecciones... ¿te apiadas de ellos?

No, les pagan para que lo pasen mal (risas) Hemos grabado cosas difíciles y en sitios en los que llegar supone pasar ríos y pasarlas canutas. Hay veces que paso yo solamente con el cámara, porque es peligroso. Siempre hay riesgos, no estamos grabando en un zoo, que sería fácil.

¿Ponéis eso en valor en esta temporada?

Creo que sí se va a ver más lo que hacemos alrededor de la grabación. Pero tampoco demasiado porque en la tele interesa lo que interesa, no lo que pasa detrás, si no ha pasado algún percance.

¿Así está la tele?

La televisión es caca, culo, pedo, pito, pis. Si no hay sangre, si no hay sexo, no hay voces, no interesa tanto. Los programas que interesan ahora son los de la vida personal de la gente, o los que tienen sangre o sexo o cosas así.

¿Dónde queda su trabajo en la tele en ese panorama?

Mi vida no es la televisión, es el día a día en casa, con los animales. Gracias a la televisión puedo utilizar un dinero para seguir ayudando.

Ha abierto una nueva fundación...

Sí, estamos trabajando con animales y sacando a niños de la calle, también. La hemos abierto con el apoyo del Ejército, del Gobierno y de todas las instituciones. Estamos muy protegidos en ese sentido.

¿Por qué alguien quiere tener un animal exótico en casa?

Muchas veces es falta de información, de que un animal salvaje al final crece y muerde. Puede ser legal, como la caza, pero ¿es ético? Hay gente que tiene esos animales porque los ama, porque los respeta, pero no se da cuenta de que les está haciendo daño.

Los toreros dicen amar a los toros...

Y los aman a su manera, pero su manera de vivir es matarlos, se han criado así. Tampoco voy diciendo que son unos asesinos. Me gustaría el toreo si no se castigara al toro. Son bonitos los recortadores o un torero haciendo una verónica, pero no los 25 minutos que se está torturando al animal.

¿Cómo está Yuyee?

Sigue igual, estamos peleando en el Supremo y en cosa de un mes debe salir la sentencia. Estoy calladito por eso, esperando el veredicto.

¿Cómo se apaña con los niños?

Mucho mensaje, mucho satélite, mucho gasto de teléfono... los niños se adaptan porque saben que su padre tiene que trabajar, intentamos hacerlo con orden. Hasta que su madre esté con ellos y yo tenga más libertad intento estar poco tiempo fuera.

¿Le es difícil ser políticamente correcto?

No lo soy. ¿Decir lo que quiere la gente escuchar? ¿Para qué? Te van a poner a parir de todas formas. Es mejor decir lo que tengas que decir.