Colocar el radiador frente a una ventana restará su eficacia.
Colocar el radiador frente a una ventana restará su eficacia.
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Hora de poner a punto el gas y la calefacción

Después de un inusual diciembre en el que el invierno parecía casi de mentira, con enero ha llegado el frío y el momento de poner a punto las instalaciones de gas y calefacción en casa.

Estas deben pasar por varios controles, que tienen diferente periodicidad en función de las características de la caldera o el calentador.

Existe una inspección de obligado cumplimiento cada 5 años, que lleva a cabo la empresa distribuidora, que otorga el certificado de la inspección periódica de las instalaciones receptoras.

Además, una vez al año, el usuario es responsable de realizar el mantenimiento obligatorio de la caldera y las instalaciones de calefacción con una potencia superior a 70 kW a través de una empresa habilitada.

Estos controles buscan garantizar la seguridad de las personas y las instalaciones y preservar la eficiencia energética.

Un buen mantenimiento ayuda a conseguir unos estándares de eficiencia energética altos, con más aprovechamiento de la energía y menos coste económico, prolongando la vida útil de los aparatos.

La puesta a punto

Nuestra calefacción, tras varios meses apagada, necesita una puesta a punto para que se ponga la caldera en marcha a tope durante el invierno.

Por este motivo los radiadores pueden necesitar una purga, que se realiza abriendo un poco la espita situada en la zona superior de cada radiador para sacar el aire, procurando no sacar mucha agua para no bajar excesivamente la presión del circuito.

La calefacción es un circuito cerrado de agua, que debe estar a una presión de trabajo de 1,5 bares (según el modelo de caldera). Lea las instrucciones del fabricante para conocer la presión correcta y el método para añadir agua al circuito si la necesitase.

Todas las calderas cuentan con un manómetro para controlar la presión, pero tenga en cuenta que la medición se debe efectuar con la caldera fría. En cuanto a las instalaciones, las rejillas de ventilación han de estar en perfectas condiciones y el tubo de salida de los gases debe instalarlo un especialista.

Las modificaciones en las instalaciones o en aparatos de gas han de ser realizadas por empresas habilitadas. Finalmente, hay que instalar un dispositivo que impida el funcionamiento simultáneo de la campana extractora y la caldera de gas no estanca, o calentador, en caso de que estén instaladas en el mismo recinto.