Eliminar grafitis y carteles colgados en lugares donde está prohibido tiene un coste de 10.801 euros diarios para el Ayuntamiento de Barcelona, 11.827.812 en un periodo de 36 meses, según se desprende de una licitación que acaba de publicar el consistorio para realizar estas tareas de limpieza entre este año y 2019.

Y este dinero se destina prácticamente solo a limpiar edificios municipales, pues el mobiliario urbano es responsabilidad de sus operadores, y de los bloques de viviendas se hacen cargo las comunidades de propietarios –a no ser que las pintadas sean ofensivas, caso en el que también puede actuar el Ayuntamiento–.

El presupuesto de la licitación, apuntan fuentes municipales, es el mismo que el de la de hace cuatro años, a pesar de que en 2015 disminuyó el total de superficie que se limpió y bajaron las multas por hacer grafitis.

El año pasado se limpiaron 494.270,85 metros cuadrados, un 3,5% menos que en 2014 (512.509,68), a través de 248.439 actuaciones, un 9,3% más que el año anterior (227.234).

En cuanto a las sanciones impuestas por hacer pintadas, en 2015, según datos que ha facilitado el Ayuntamiento a 20minutos, fueron 344, un 18% menos que en 2014 (282). El importe que establece la ordenanza municipal de civismo para estas multas oscila entre los 120 y los 3.000 euros, en función de la gravedad de la infracción.

Ciutat Vella fue el distrito donde se emplearon más esfuerzos en eliminar grafitis y carteles, con 73.350,29 m2 de superficie eliminados, y le siguieron Sant Martí (72.640,62 m2) y Horta-Guinardó (68.407,24 m2). En el otro extremo, Les Corts fue la zona donde menos metros cuadrados se limpiaron (21.478,75).

Desde el Ajuntament explican que los lugares de actuación prioritaria son "las vías principales de la ciudad y las áreas con más actividad comercial" y que la pintadas bajan en verano y son "más o menos constantes el resto del año". "Suben significativamente en campañas electorales y cuando hay convocatorias de manifestaciones importantes", señalan.

Cuentan también que los empleados que borran grafitis y quitan carteles son alrededor de 95. De lunes a sábado trabajan 37 equipos de entre una y dos personas y los domingos y festivos estos se reducen a cinco.

Para eliminar las pintadas, emplean tres sistemas distintos, en función del soporte sobre el que están hechas: agua a presión, arena a presión o pintura del mismo color que la superficie que ha sido dañada.

Los grafitis y carteles, explican desde el consistorio, se detectan mediante inspectores, la Guàrdia Urbana, la plataforma de comunicación ciudadana IRIS, y las llamadas que hacen los barceloneses a los teléfonos de información municipal y de civismo, el 010 y el 900 226 226, respectivamente.

Las pintadas ofensivas, aseguran, "tienen máxima prioridad y se eliminan immediatamente", mientras que las demás pueden tardar "entre uno y cuatro días" en limpiarse.

Para prevenir los grafitis, desde 2012 y hasta la fecha se han realizado 1.226 actuaciones con productos antipintadas, en una superficie de 11.538 m2.

El Ayuntamiento exige a las empresas que concursan por la adjudicación del contrato que un 5% de los trabajadores que realicen las tareas de eliminación de pintadas y carteles tengan dificultades de inserción en el mercado laboral.

También pide que un 5% del presupuesto de adjudicación se subcontrate con Centres Especials de Treball o empresas de inserción.