Quemaduras de segundo grado en cara, tórax, manos y piernas y pronóstico grave, es el estado en el que ha quedado Elena U., una mujer de 42 años de origen rumano, después de que su propio marido vertiera sobre ella un líquido tóxico en plena calle, a la luz del día y en presencia del hijo de ambos, de 19 años, que resultó herido leve con contusiones y un esguince de tobillo al intentar defender a su madre.

El suceso ocurrió ayer a las 16.45 horas, en la plaza de los Reyes Magos (Retiro). El agresor, que permanece huido, se presentó ante la víctima con un botellín de agua de medio litro en el que había introducido un líquido disolvente. Acto seguido se lo arrojó a su esposa. Al ver la agresión, el hijo se enzarzó en una pelea con el padre.

La mujer fue trasladada a la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz en estado grave. Poco después la Delegación del Gobierno anunció que se presentaría como acusación popular  ante el «desamparo» de la víctima. Por su parte, el hijo ingresó herido leve en el Gregorio Marañón. Una vecina fue dada de alta tras ser salpicada con unas gotas de ácido.

Trajes de alta protección

El agresor utilizó un líquido que se usa como disolvente en la construcción y que contiene ácido clorhídrico. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron sanitarios del Samur y de Protección Civil, que tuvieron que vestirse con trajes de protección debido al riesgo  químico, ya que atendieron a la agredida con diphoterina, un producto que utilizan muy pocos servicios de emergencia en el mundo y que, aplicado sobre la piel minutos después de haber sufrido las quemaduras, atenúa su gravedad.