La vallisoletana Mayte Martínez logró la segunda medalla para España en los Mundiales de Atletismo de Osaka al concluir tercera en la final de los 800 metros femeninos y quedarse a diecisiete centésimas del récord nacional que posee Mayte Zúñiga.

Martínez, en una lección de perseverancia, remontó en la recta final para superar a varias rivales y aprovechar la prematura retirada de la mozambiqueña María Mutola, que pisó por dentro el bordillo de la pista y se quedó fuera en el último 100.

No fue un bronce fácil. El nivel de la final era alto, tanto como el fuerte ritmo impuesto desde la salida por la keniana Janet Jepkosgei. Y Martínez sufrió ante tanto empuje. Poco después del pistoletazo de salida, de hecho, Martínez ocupaba los últimos puestos de la carrera.

Mientras Jepkosgei corría hacia su oro vigilada por Mutola y la marroquí Benhassi, Martínez iniciaba una remontada para ir recogiendo las víctimas de los esfuerzos de una carrera que Jepkosgei acabó con un tiempo de 1:56:04, mejor marca mundial del año.

Mientras Jepkosgei levantaba los brazos, Benhassi se aseguraba la plata y Mutola dejaba la carreras, Martínez inició un intenso final en el que cada zancada parecía valer el bronce que quedaba vacantes. Y así fue con un tiempo de 1:57.62, la mejor marca de su vida.

"Para mí la final es estar en la final", señalaba la atleta en los días previos a la competición. El bronce ha sido el premio final a la perseverancia.

"Enorme satisfacción"

La vallisoletana Mayte Martínez reconoció que sentía una "enorme satisfacción" por conseguir el bronce en los 800 metros, algo que no esperaba en una carrera que rubricó con un final impresionante en la que le dio la impresión que sus rivales iban a cámara lenta y ella a rápida.

"No sé ni por dónde me he metido, si por dentro o por fuera. Veía cómo si yo fuera a cámara rápida y mis rivales a cámara lenta, y me dije aquí algo raro hay, no puede pasar esto. He llegado a meta con mucha fuerza", relató Mayte Martínez, que siente una gran alegría "doble" por haber rebajado su marca personal hasta 1:57.62 y por un podio que "tantas veces" había soñado y que es "muy complicado conseguir una medalla en un mundial".

"A partir de este momento creeré en mí. Había mucha gente que sí confiaba, quizá yo soy la que menos confiaba en mi misma, pero ahora tengo que seguir trabajando con más ilusión si cabe y soñar que en los Juegos Olímpicos pueda estar, si no con la medalla, peleándolo, que he visto que tengo nivel para estar ahí", afirmó.