El MAS (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria) acogerá hasta mediados de mayo la exposición 'Lugares Transitados' del artista cántabro Ángel Izquierdo, integrada por una serie de 25 pinturas de gran formato y con colores "eléctricos y oníricos", que en algunos casos forman trípticos y polípticos y que son el resultado de un complejo proceso creativo en el que también toman parte la fotografía, la serigrafía y las nuevas tecnologías.

Se trata de "la primera gran exposición" de Angel Izquierdo (Santander, 1949) en el MAS, donde el año pasado participó en el ciclo Espacio Interior, en el que los propios artistas hablan de su trayectoria.

Comisariada por el director del MAS, Salvador Carretero, e Isabel Portilla, la muestra da el relevo a la "exitosa" exposición de Rogelio Egusquiza, y se caracteriza por la yuxtaposición de imágenes y colores, fruto de un proceso creativo que es "tres en uno", tal y como ha señalado Carretero en la presentación de la exposición.

La serie 'Lugares Transitados' abarca cronológicamente desde el año 2012 hasta 2016, con el inicio de otra nueva serie, 'Ya no quedan islas', y en ella está contenida "toda la trayectoria" de Angel Izquierdo, según ha destacado Carretero.

La concejala de Cultura, Miriam Díaz, ha resaltado la "expresividad" de la obra del artista cántabro, que tiene un estudio en Cabezón de la Sal, y ha animado a los ciudadanos a visitar la muestra "y que vengan con niños porque el color despierta energía", ha dicho.

Izquierdo, por su parte, ha agradecido la "gran oportunidad" que supone exponer en un marco "tan apetitoso" como el MAS. Según ha explicado, su trabajo en esta serie de 'Lugares transitados' comienza con una serie de barridos sobre "personajes andantes, consumistas, ciudadanos de a pie que van transitando", que luego "trata de romper para que el pintor esté por encima de la imagen".

Proceso creativo "tres en uno"

El proceso creativo de Angel Izquierdo, serígrafo de profesión y con una trayectoria artística de 50 años, implica varias fases que describe Luis Alberto Salcines en el catálogo de la exposición. En primer lugar prepara el soporte, lienzo sobre un bastidor rígido. A continuación selecciona una serie de imágenes creadas por él mismo a base de fotografías, dibujos o recortes de papel de diferentes contornos: regulares o no.

Esas imágenes las digitaliza e imprime a modo de collage sobre el reverso de una superficie transparente de policarbonato, en la que hace algunas reservas para ocupar posteriormente con los colores. La siguiente fase consiste en aplicar los acrílicos sobre el lienzo al mismo tiempo que superpone el policarbonato desplazándolo en un juego de transparencias buscando y seleccionando los efectos que más le interesen.

Ahí es, según el artista, "cuando comienza la gran aventura, -pintar para dar fuerza-, y cuando aparece el factor sorpresa", "porque hay fenómenos que aparecen que no los tenías en cuenta", ha relatado.

En las imágenes que incorpora se pueden reconocer veladamente fragmentos del cuerpo humano: bocas, cabezas, torsos,... Algunas son recuperadas de otras obras realizadas anteriormente. Aparecen también letras y palabras a modo de discurso interrumpido que ocasionalmente componen frases completas (Ya no quedan islas, Ni lugares singulares,...).

En la yuxtaposición de imágenes, formas y colores alterna las composiciones horizontales y verticales provocando una sensación de dinamismo, de estar contemplando una superficie fluida.