La centenaria farmacia Puigoriol Mas cierra sus puertas tras vencer el contrato que Isabel Puigoriol mantenía con la propietaria. Ahora, la farmacéutica se ve forzada a dejar el comercio a pesar de estar dispuesta a pagar los 1.600 euros de renta que le piden.

"Yo se que el alquiler que me piden es muy alto. Me he informado de los precios que hay en esta calle", explica Isabel. La farmacéutica está convencida de que sufre un caso de especulación, ya que la dueña de la farmacia no ha querido renovarle el contrato.

El acuerdo venció el pasado 1 de marzo. No obstante, Isabel tuvo que pagar el alquiler. "Este mes me han cobrado el alquiler. Me dijeron que si no entregaba las llaves en 10 días me denunciaban".

Los vecinos también se han involucrado y, por el momento, ya han conseguido recoger cerca de 700 firmas en papel y 760 más a través de la página web Change.org.

Una de las vecinas y propietaria de la Casa del Vermut, Maria Tineo, asegura que "no se trata de una farmacia típica, donde vas y ya está. Es una farmacia del barrio, de los vecinos, y estás como en casa".

"Esta situación no solo me afecta a mí. Los vecinos tampoco quieren que se cierre. Son gente mayor y desplazarse aunque sean 10 metros para ir a otra farmacia, les cuesta", explica Isabel, y añade: "A mi me duele porque a la gente le sabe mal. Para mí esta situación es como perder la identidad".

El comercio, que todavía conserva el mobiliario original, con decoración del año 1890, está incluido dentro del libro Farmacias históricas de Catalunya. No obstante, el establecimiento no está catalogado como local emblemático de la ciudad.