Los saqueadores lanzan falsas alarmas de tsunami para seguir robando en Pisco

  • La cifra de muertos se eleva hasta los 513, hay 1042 heridos, 4739 familias afectadas y 35.568 viviendas destruidas.
  • Las autoridades peruanas refuerzan la presencia policial.
  • Infecciones del aparato respiratorio, intestinales y dermatológica, los problemas de salud más comunes.
Un soldado peruano custodia un edificio destrozado por el terremoto en la ciudad de Pisco
Un soldado peruano custodia un edificio destrozado por el terremoto en la ciudad de Pisco
EFE
Un soldado peruano custodia un edificio destrozado por el terremoto en la ciudad de Pisco

Las denuncias de robos y asaltos en la zona más afectada por el terremoto de Perú han llevado a la Policía y las Fuerzas Armadas a establecer patrullas que vigilan la ciudad durante las 24 horas del día para evitar desmanes. La Policía local ha explicado que los ladrones intentan sembrar el pánico al grito de "¡el mar se sale!, ¡tsunami!", para provocar la huida de la población y poder así robar en casas vacías.

"Los saqueos están disminuyendo, pero aún en la noche ocurren algunos hechos delictivos", ha explicado la Policía, que señala que los robos sucenden "sobre todo en mercados y tiendas, donde utilizan hierros y todo lo que tienen a mano para abrirlas".

Muchos de los presos que aprovecharon el terremoto para huir de la prisión de Tambo de Mora aún no han sido capturados y se teme que puedan cometer nuevos delitos.

"El objetivo es mantener el orden, ya que hay algunos que se quieren pasar de vivos", afirma un soldado de los casi 300 que la Infantería de Marina ha desplazado a la costa central peruana, epicentro del cataclismo. Junto a ellos están miembros del Ejército, unos 400, y de la Policía Nacional, que también ha multiplicado sus efectivos en el área.

Más de 500 muertos y 35.000 casas destruidas

El terremoto de 8 grados que golpeó el 15 de agosto la costa peruana deja por ahora 513 muertos y ha destruido 35.568 viviendas, según las últimas cifras de la Defensa Civil. El número de fallecidos se ha elevado tras el hallazgo de otros diez cadáveres en la ciudad sureña de Chincha. Los heridos suman 1.042 y las familias afectadas 4.739.

Cinco días después del terremoto, la mayoría de los equipos encargados de la búsqueda de víctimas abandonó hoy el centro de Pisco, donde se mantiene la asistencia a los supervivientes.

Las principales dolencias son "neumonitis por aspiración de polvo e infecciones del aparato respiratorio, intestinales y dermatológicas", señaló el doctor.

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