El gobernante, de 61 años, generalmente se hace un reconocimiento en el Hospital Naval de Bethesda (Maryland), en las afueras de Washington, pero esta vez el chequeo tuvo lugar en la Casa Blanca y no fue anunciado con anticipación.

"Se ha llevado a cabo (la revisión) a lo largo de las últimas dos semanas", indicó Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca.

"Los médicos han considerado que el presidente se mantiene en una gran forma física para un hombre de su edad, cualquiera que le haya visto montando en bicicleta o haciendo cualquier otra actividad lo sabe, y que su estado es adecuado para su cargo", agregó.

Los galenos aseguraron en un comunicado que Bush "disfruta de una salud superior a la de un hombre de su edad", e indicaron que los datos obtenidos sugieren que "

Destacaron las seis sesiones de ejercicio físico que realiza el presidente cada semana, que han provocado que pierda casi dos kilos respecto al peso que registró en la revisión del año pasado.

A Bush le fueron extraídos cinco pólipos benignos tras realizarle una colonoscopia el pasado 21 de julio en la residencia de descanso de Camp David (Maryland).

El presidente ya se había sometido a una colonoscopia en 2002.