El fotógrafo Alberto Gacía-Alix vuelve a jugar con el espectador a través de sus sutiles y enigmáticas instantáneas en la nueva exposición Un horizonte falso, que encontraremos en La principal de Tabacalera de Madrid (Embajadores, 51) hasta el 10 de abril.

Las 80 fotografías han viajado desde París, capital en la que el autor ha enseñado su visión del mundo en la Casa Europea de la Fotografía, y llegan a la ciudad española actualizadas, con más imágenes de las que pudieron ver sus seguidores franceses.

"La muerte no está muy presente, aunque sí la ausencia" declara García-Alix al respecto de su obra.  "Cuando miramos por una cámara nos preguntamos si nos gusta o no nos gusta, y la intensidad de esa búsqueda es un trance positivo que me mantiene despierto, vivo, curioso, en un estado de deslumbramiento, en contacto con el exterior".

La serie fotográfica marida con una pieza audiovisual exclusiva para la muestra, narrada por el propio fotógrafo que explica las tres partes en las que se divide la exposición: San Carlos, Olvidados y mártires y Rocinante. Esta última es una metáfora de las motocicletas, que tanto han influido al leonés desde que tomó su primera fotografía en una carrera, cuando tenía solo 19 años.