Es entonces cuando entra en acción la Guardia Civil. Esta situación, que podría producirse durante las regatas (si esto pasara, se suspende la competición hasta que se restablezca el orden), fue ensayada ayer por los guardias civiles. Si los jóvenes no obedecen, como simularon ayer, los guardias asaltan la embarcación y se llevan a los jóvenes a tierra.

El responsable de seguridad de ACM, David García, dijo que han pedido a la Delegación de Gobierno una fragata de la Armada para evitar «peligros como la incursión de un buque mercante».

También ha solicitado que un avión de la OTAN controle el espacio aéreo y se hará un mapa del fondo marino para que no se depositen allí artefactos explosivos. Aunque, apuntó, «la zona de regatas es infranqueable».

Según ACM, 4.000 personas, entre policías, guardias civiles y agentes privados, velarán por la seguridad durante las regatas. ACM pondrá de 80 a 100 agentes privados en tierra y saldrán a patrullar 32 barcos.