Cocinar se ha convertido en una muy respetable profesión, una profesión de moda. Desde que la gastronomía española se ha reivindicado y es admirada en medio mundo, elegir la profesión de cocinero ya no es ni un disparate ni una opción cuando no queda otra.

De la mano de ese fenómeno se han multiplicado las escuelas y los cursos de cocina. También han llegado las universidades que tratan de la comida, la gastronomía y la alimentación. Ya son tres las universidades públicas que ofrecen en España el grado en Ciencias Gastronómicas.

A las universidades de Barcelona y Politécnica de Cataluña, que ofrecen de forma conjunta un Grado en Ciencias Culinarias y Gastronómicas, se suma ahora la Universidad de Valencia, que presume de tener la primera titulación oficial a "precios públicos" en alta cocina, investigación y gestión. En ese sentido, el precio de la oferta de las universidades catalanas supera los 7.000 euros.

Además, también en algunas universidades privadas se puede estudiar Ciencias Gastronómicas: Universidad Cardenal Herrera CEU, en su campus de Castellón, la Universidad Francisco de Vitoria en Madrid, la Universidad de Mondragón (Basque Culinary Center) o la Católica de Murcia.

Con 240 créditos ECTS, la propuesta “más pública” de la Universidad de Valencia tiene una duración de cuatro años de estudios de base científica y tecnológica, enfocados a la innovación, el diseño y la gestión en el sector de la Hostelería. Así, incluye asignaturas como Química, Física, Matemáticas o Biología, además de Tecnología de los Alimentos o Técnicas de Cocina; Ciencias de la Salud (Fisiología o Nutrición y Dietética); hábitos alimenticios; una base social, cultural y del derecho y una base de gestión a través de Creatividad e Innovación, Emprendimiento e Idiomas y Gastronomía.

Los nuevos estudios han recibido este curso 200 solicitudes para las 50 plazas ofertadas. Se trata de una titulación multidisciplinar, según sus responsables, que abarca 24 áreas de conocimiento y cuenta con la disponibilidad de más de 700 profesores. La carga práctica se traduce en un tercio de los estudios en laboratorios científicos propios, de empresas y centros colaboradores, mientras que un 16% serán de contenido teórico-práctico, y un 50% estará dedicado a la adquisición de conocimientos teóricos. Las prácticas externas incluyen la estancia de cuatro meses en empresas del sector al finalizar los estudios.